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Wednesday, June 30, 2004

Águilas mensajeras

Esto lo escribí hace un tiempo, en ocasión de recibir la carta que Stirling volanteó a la población, anunciando la creación de esas comisiones de vecinos con la finalidad de reportar "actitudes sospechosas" a la policía. Perdón por la autocita, pero para qué volver a escribir lo mismo, si sigue tan vigente como hace cuatro años:

"Quienes fuimos a la Escuela Pública en los años '70 aprendimos, entre desfile y desfile, a usar neologismos como 'orientalidad' y a venerar los símbolos patrios, desde la bandera hasta la escarapela, pasando especialmente por el escudo. Sin embargo, hubo maestras que en medio de tanta disciplina marcial tuvieron a bien introducir un concepto por cierto no ajeno a la Institución Militar, pues tenía que ver con el honor: si algún alumno delataba a otro que hubiera cometido una falta que no lo afectara personalmente, ambos cumplían la penitencia. El segundo por infractor y el primero por alcahuete.

Era, sin duda, una forma de atacar la tentación de congraciarse con el poder traicionando a los pares. Era, también, una renuncia desde el poder de valerse de mecanismos que juzgaba reprobables, aunque probablemente beneficiosos a corto plazo. Tal vez, la maestra prefería educar a todos sacrificando el castigo a uno solo. O quizás tenía claro que quienes eran proclives al correveidile eran individuos en los que era mejor no confiar y aún menos, alentar. O prefería a un infractor en un país de probos que ninguno en una nación de palomas mensajeras.

No está mal acordarse de la maestra cuando uno recibe la carta de un Ministro."

Recuerdo claramente -aunque lamento no conservarla- que la carta, en su dorso venía ilustrada con un dibujo de un policía sentado en un taburete junto a un niño en la barra de un café. El dibujo era claramente el de un policía (y un café) norteamericano.

Siempre me llamó la atención la falta de reacción de la gente contra estas propuestas de buchoneo barrial, sobre todo viniendo de aquellos que a la primera oportunidad se indignan contra el régimen cubano y la vigilancia a la que someten a sus ciudadanos. Pero como ya se sabe, hay gente que dice una cosa, hace otra y piensa, como Escanlar, que la gente es estúpida.

Por ejemplo, el Presidente de los EEUU, dice a la periodista irlandesa Carole Coleman, la corresponsal en Washington para RTE, la cadena de televisión nacional irlandesa, que tiene una relación "personal" con Dios: "That doesn't make me think I'm a better person than you are, by the way. Because one of the great admonitions in the Good Book is, don't try to take a speck out of your eye if I've got a log in my own."
Es decir: el viejo refrán de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio. Pero Bush no parece recordarlo muy a menudo, y considerando lo fuerte que gritan los americanos para hablar de la libertad y condolerse de los pobres cubanos vigilados, parece extraño gastar U$S 19.3 millones para que el Department of Homeland Security, plante sus águilas mensajeras en las carreteras norteamericanas.

Como bien dijo Sartre: el infierno son los otros.


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Sunday, June 27, 2004

Rifle sanitario a las internas

En un acto de divismo espléndido, de un mechupaunhuevismo sin par, o tal vez por ofrecer un sentido homenaje a Charles Gunningham Boycott, el Presidente ni se molestó en ir a votar. El pobre Stirling debe estar contentazo. Si Achugarry no agarra la vicepresidencia, espero que Stirling tenga la dignidad de amenazar con renunciar.

Los colorados están más enterrados que una trufa y para encontrar a uno de ellos entre el electorado se necesita algo más que una piara hambrienta. Por supuesto atribuirán la baja participación a la falta de pugna real en la interna colorada, pero el panorama es lúgubre para el partido que hizo y deshizo este país a su imagen y semejanza. Cómo será de grave la cosa que al parecer la votación de la 15 (con el lastre de ser la lista de Batlle) fue mejor que la del Foro. Pero habrá que esperar a mañana para ver si esto se confirma. De ser así, Abdala tendría que considerar alejarse un poco del Maestro, del Estadista, si no quiere que su carrera política implosione y se tenga que dedicar a explicar las bondades del sexo anal junto a Naná.

Lacalle con el cuero duro de siempre aguantó la derrota, pero igual se le notó el orgullo herido. Creo que fue una alegría para cualquiera verle la cabeza de sapo inflada por el gigante nudo en la garganta, aunque pasado el efímero disfrute de verlo derrotado, escuchar al gauchipolítico Larrañaga resulta apestoso para cualquier alma sensible. Por otra parte, la actitud soberbia y burra de Larrañaga ante Lacalle (nunca vi a nadie dar más vueltas para no sentarse a su lado dejando incluso una silla vacía de por medio, ni tanto esfuerzo por no nombrarlo, sumado a la tensa despedida: "Nos vemos", le dijo Cuqui, "En cualquier momento", contestó el otro (¡eh! ¿no tienen que definir mañana la fórmula?)
Esto hace prever que si Larrañaga no se aviva de que no va a crecer hacia la izquierda sino hacia la derecha, el Pepe Mujica tendrá razón y el Encuentro Progresista ganará en la primera vuelta.

El Frente Amplio se perdió una buena oportunidad de demostrar más rotundamente su fuerza y es creo que fue un error tremendo no insistir en la importancia de que cada frenteamplista votara en las internas. Pero bué, tuvieron muchísima suerte pues el resultado no fue malo después de todo y no precisamente gracias al electorado de Montevideo. Como penitencia, todos los dirigentes frenteamplistas deberían levantarse mañana y decir en voz alta el nombre de cada uno de los integrantes de ese electorado frentista que tiene una conciencia política a prueba de balas y aún siendo abandonado al garete por sus representantes, se comporta responsablemente.

En medio queda la piña a Borsari (se la merece, aunque hubiera preferido que la recibiera Abdala), la baja participación de la gente y el recordatorio para los 31 años del golpe de estado (salvo para la periodista de Canal 4, para la que se cumplían 31 años de la huelga general...). Y ahora preparaos para que empiece el baile rumbo a octubre, que va a ser sangriento. Preveo montones de Booooo Booooo, muchos fantasmas agitados y a una ADEOM con mucha cámara. ¿Quién le toma los minutos en el aire a Mabel Lolo?


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Monday, June 21, 2004

Parques temáticos

Hace unos meses leí un cuento de George Saunders llamado "CivilWarLand in Bad Decline". Realmente no sé si se han traducido los cuentos de Saunders al español y no he podido leer más que un par de ellos, pero me he reído bastante. Este cuento en particular transcurre en un parque temático de la Guerra Civil de los EEUU, que como el título indica está en franca decadencia. Si hay algo más patético que un circo en decadencia, esto es un parque temático que se destartala.

CivilWarLand está en problemas, y el narrador, que es el Inspector de Verosimilitud del parque, detalla, con humor amargo, ese declive, que incluye el despido del ornitólogo -quien se encarga de mantener el equilibrio de la población de las distintas especies de pájaros existentes en 1865-, la lucha contra bandas juveniles que vandalizan el lugar e incendian la Iglesia Anglicana y que trata de distribuir los roles entre nativos americanos y esclavos lo más equitativamente posible para evitar posibles juicios.

Al igual que Lisa Simpson, Saunders obtuvo un endorsement de Thomas Pynchon: "An astoundingly tuned voice -graceful, dark, authentic, and funny- telling just the kinds of stories we need to get us through these times".

Ayer, visitando una lista devota de JD Salinger, encontré otra historia de parque temático, al parecer, verdadera:

"Hace bastantes años, en Magic Kingdom, en el Hall de los Presidentes y durante el show, alguien le disparó a Abraham Lincoln. En serio. Y, por supuesto, como esos autómatas están llenos de fluído hidráulico, todo se tiñó de rojo...

Detuvieron el show inmediatamente y cerraron todas las puertas, hasta que la policía Disney apareció y no dejaron ir a nadie hasta descubrir el falso asesino. Luego todos tuvieron que firmar un compromiso de no hacer declaraciones a la prensa y los dejaron volver a Frontierland, mientras los policías Disney llevaban al "asesino" a la cárcel de Mickey (en la calle principal), donde los policías de Orlando lo fueron a buscar y lo acusaron de algún delito menor (no recuerdo exactamente cual)

A Baudrillard le hubiera encantado.

Sí, la vida allí es muy fascinante, filosóficamente hablando. Y es muy divertido, cuando no tienes que ver nada y puedes vagar sin rumbo mirando solo a la gente.

Además puedes beber a lo largo y ancho del mundo en EPCOT y eso ya es decir algo.

Y no me pregunten sobre el abuso de drogas por parte de los empleados"

Drug abuse en Disneyworld? Pagaría sólo por ver un empleado fuera de control aporreando a Mickey. Mientras tanto me entretengo en CivilWarLand.


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Señor Bush:

"Usted no se va a llenar de gloria con una acción militar contra Cuba."

Ante las nuevas medidas del gobierno de los EEUU a efectos de incrementar el bloqueo a Cuba (restricciones para viajar a la isla y para enviar dinero) Fidel Castro, alive and kicking, le escribe a Bush una cartita desafiante. Le ofrece ayuda médica para los pobres de su país, lo trata de fanático, fundamentalista y mafioso, le da consejos electorales (que Fidel de eso sabe) y le recuerda que en una Cuba sin Fidel cada cubano es un comandante. La carta completa, aquí.

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Sunday, June 20, 2004

Think Global

Como sigo en modo ahorro de energía y además hoy es domingo, llueve, no fui a la feria debido a desperfectos mecánicos y me pasé la tarde rodeada de niños de 2 a 6 años que me hicieron releer "La liebre y la tortuga" y "La cigarra y la hormiga", mientras yo trataba infructuosamente de revertir la moraleja anti pereza de estos cuentos infantiles y comprobaba que a los niños les gustaba muchísimo más la versión oficial; por todo esto y mucho más que no llego a discernir completamente, va este post perezoso, que consta de dos links.

El primero es respecto a la versión de Spiderman para indios. Peter Parker se llama Pavitr Prabhakar y de la cintura para abajo se disfraza de nacional Indio, con pantalón bombachudo y con zapatuelos de punta retorcida (deben tener un nombre propio, pero lo desconozco). Spiderman-Prabhakar lucha contra Rakshasa, un demonio de la mitología india que viene a suplantar al Duende Verde. ¿No harán una versión para el Mercosur, con similares bombachas y boleadoras, en lucha denodada contra el Pombero? No logro olvidar esa película de Isabel Sarli...

El otro link es sobre los enfermos mentales estadounidenses, categoría que está por extenderse a casi toda la población. Hace poco leí un estudio que afirmaba que los EEUU estaban a la cabeza en cuanto a desequilibrios mentales como la depresión, ataques de pánico y desórdenes ansiosos en gral. y ahora me topo con el plan de Bush de chequear las mentes de toda la población y atiborrarlos de Soma (antidepresivos y antipsicóticos). Que las compañías farmacéuticas directamente beneficiadas por el plan estén relacionadas financieramente con el clan Bush es sólo un detalle.

Esto me hizo acordar al epílogo de "Nación Prozac" de la periodista Elizabeth Wurtzel quien, luego de exponer la historia de su depresión aguda y el descubrimiento del Prozac, en el que es quizás el primer libro de una larga tradición norteamericana de autobiografías de gente joven y poco interesante más allá de sus desgracias personales -que tiene su culminación en el inmensamente popular "A Heartbreaking Work of Staggering Genius" de Dave Eggers- se queja amargamente de la vulgarización de los antidepresivos:

"No hace mucho tiempo que mi amiga Olivia llevó a su gata al veterinario porque había empezado a arrancarse a mordiscos el pelo del lomo y porque vomitaba a todas horas. El veterinario miró a Isabella y le diagnosticó de inmediato una afección llamada trastorno por excesiva atención al pelaje, lo que significaba que la gata se había deprimido y estaba absorta en sí misma, tal vez porque el novio de Olivia se había marchado y ya no vivía en su apartamento, o porque Olivia últimamente viajaba demasiado. En cualquier caso, explicó el veterinario, era un trastorno de tipo obsesivo-compulsivo. Isabella no podía parar de limpiarse, al igual que hay personas que no pueden evitar pasar la aspiradora continuamente, o lavarse las manos a todas horas, como lady Macbeth. El veterinario recomendó que tratásemos a la gata a base de Prozac, fármaco que había tenido resultados excelentes en la curación de este trastorno en los seres humanos."

"Jamás creí que se publicarían tantas caricaturas sobre el tema del Prozac en el New Yorker, y una ilustración, por ejemplo, de Karl Marx con cara de felicidad serotónica exclamando: '¡Pues claro! ¡El capitalismo puede resolver sus perversiones!"

"Pero toda esta cobertura informativa no versa solamente sobre el Prozac, sino también sobre la masificación convencional de las enfermedades mentales en general y de la depresión en particular, tal como se ha producido de un tiempo a esta parte. Tiene que ver con el modo en que un estado anímico que anteriormente era considerado una tragedia se ha transformado en un lugar común, incluso en material de comedia. Diríase que de repente, en torno a 1990 aproximadamente, yo dejé de ser una persona caprichosamente deprimida, que había dado sustos mortales a todo el mundo durante casi toda mi vida, sólo con mis cambios de humor, con mis pataletas y llantinas, y me había convertido, muy al contrario, en alguien sencillamente de moda"

"A veces noto que me invade cierto resentimiento por la facilidad con que ahora los médicos realizan ese truco de prestidigitación farmacológica. Antes de que a mi me administrasen Prozac habían intentado todo lo imaginable; me habían recalentado el cerebro y me lo habían empapado con muchísimas drogas diferentes, y pasé más de diez años en un estado de desesperación clínica prolongada. Hoy en día, el Prozac parece ser la panacea al alcance de todo el que la pida."

"De vez en cuando siento la necesidad de dejar bien claro que no sólo estoy tomando Prozac, sino también litio, es decir, de que soy una verdadera enferma, una depresiva mucho más afectada, de algo grado, que todos estos felices aficionados a las pastillas que calman sus penas de poca intensidad. Me siento obligada a recordarles que llevo tomando Prozac desde que la FDA aprobó el uso del fármaco, que llevo ingiriéndolo mucho más tiempo que nadie en el mundo, aparte de unas cuantas ratas de laboratorio, enjauladas pero felices."

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Friday, June 18, 2004

Back to basics

Tal vez sea que yo no me entero de nada o que mi cultura general debería denominarse cultura cabo primero, pero por años creí que el artilugio "Ceci n'est pas une pipe" era una genialidad de René Magritte.
Si hay uno de los tópicos del arte contemporáneo que ha hecho carrera en la imaginación popular es éste de Magritte, abriéndose paso a todo tipo de subproductos, desde camisetas hasta jarritos de café y dándole pie a un montón de bobetas a jugar con la autorreferencialidad y a Michel Foucault a escribir un libro sobre la representación en el arte.

Pero ahora, ya vieja, ya tan lejos los años del inevitable entusiasmo surrealista adolescente, me topo con un cuento de Denis Diderot llamado justamente "Ceci n'est pas un conte". Diderot, el enciclopedista, el iluminista, el segundo moderno (si el primero fue Rousseau), el racionalista. ¿Cómo es que Magritte ha saqueado justamente a Diderot? Si tanto el dadaísmo como el surrealismo fueron visto como el producto de la crisis de la conciencia europea, del fin de una época, cuán grande es la sorpresa al ver que uno de sus abusados íconos, la pipa de Magritte, hunde sus raíces en el Iluminismo. ¿No habrá firmado Voltaire alguna vez su mingitorio?

Está bien, es sólo una exageración, pero no ceso de toparme con el tema de la modernidad como proceso inacabado. Sin ir más lejos, hace un par de días que encontré este paper de David Locher Unacknowledged Roots and Blatant Imitation: Postmodernism and the Dada Movement, así que retrocedamos, reculemos, de los posmodernistas a los dadaístas, de los surrealistas al Iluminismo. ¿Cuánto calculan que tardaremos en llegar a Platón?

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Thursday, June 17, 2004

Master and Commander

El título espantará a varios ¿otro post sobre O'Brian? No, chico, es que estoy en modo "ahorro de energía" y quería postear sobre "Comandante", que vi ayer en video, para mi gran diversión.
La verdad es que después de todo el malestar de HBO, me esperaba una hagiografía babosa, Stone haciéndose pipí por el Comandante y me encontré con una entrevista irreverente y bastante light, pero cómica, en donde Fidel hace el payaso y divaga sobre algunos temas, pero que a la larga es más una muestra del cholulismo fideliano que del fidelismo stoniano.
Sospecho que a los izquierdistas hard no les va a gustar mucho, porque como quien no quiere la cosa, Stone mete a Fidel a hablar de cine, trata de ligarlo emocionalmente con su traductora, le revisa los papeles y lo hace hacer una demostración de sus ejercicios físicos.

"Comandante" responde preguntas fundamentales como ¿qué marca de championes usa Fidel? (you'll be surprised), ¿el busto de qué figura histórica tiene en su biblioteca, junto al de Martí?, ¿de qué actriz de cine estuvo enamorado?, ¿vio Titanic?, ¿con quién le gustaba más beber con Kruschev o Yeltsin?, ¿qué guarda Fidel en su caja de habanos?, ¿va armado?, ¿qué opina Fidel sobre la presencia de Stone en Vietnam?, ¿por qué no le gustan las religiones?, ¿cuál es el arma secreta de Stone para matar a Fidel? ¿cuántos años vive un hombre, cuántos una tortuga y cuántos Fidel?

Frase célebre del comandante alabando al sistema educativo cubano: "En Cuba, hasta las prostitutas se han graduado".

Un video que podría venir de regalo con la revista Hola.

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Wednesday, June 16, 2004

Ghetta va de compras

Esto se pone cada vez peor. Ya llegaremos al punto de "Me levanté a las 9:00 y tenía resaca". Debe ser la edad, esta estéril generación de Lalo Barrubias. Pero para qué adelantarnos si ya nacimos póstumos.

He estado deambulando por el Cordón y 18 de julio se ha venido Corrientizando con un montón de librerías y revisterías de esas que venden saldos. Allí encontré, por ejemplo, "Fuera de lugar", las memorias de Edward Said y "Cartas a un amigo argentino", de Witold Gombrowicz. En ellas (Librerías del Uruguay, frente a la Universidad y Librerías del Sur, en 18 y Roxlo) también puede uno experimentar esa extraña sensación de comprar un libro de Minotauro (Gibson, Marcelo Cohen et al.) sin sentir que un gancho de derecha te arranca de tus medias.
También está por allí "Las Catilinarias", segundo libro de Amélie Nothomb, autora belga nacida en Tokio, de la que me ha hablado sigmur por primera vez y que, desde entonces, forma parte de los autores cuyos libros leo con alegría. Y para quienes no hayan leído "Pnin", de Master Nabokov, allí está en la edición de Caralt.

Entre los libros que no puedo comprar de ninguna manera he visto que han editado el primer volúmen de la serie Aubrey-Maturin, de Patrick O'Brian, "Master and Commander", traducido, al igual que película "Capitán de Mar y Guerra", al que no le falta el oportuno cintillo con la cara de Russell Crowe. En realidad los 20 libros de la serie están traducidos al español, creo que editados por Edhasa, pero en vistas del restringido mercado local no hay esperanzas que lleguen en su totalidad.
A decir verdad me da mucha curiosidad leer al menos una de estas novelas, con la esperanza de que no se trate de una especie de Perez Reverte inglés. Es lógico que así sea, siendo mis más tempranos entusiasmos literarios fueron acuáticos (cuando mis padres al fin comprendieron que un libro dura más que 40 revistas): "Robinson Crusoe", "Moby Dick", "La isla del tesoro", "Simbad", "20.000 leguas de viaje submarino" y "El viejo y el mar".
Sospecho que todos ellos están todavía en mi biblioteca salvo el último, a pesar de que le tenía más cariño como objeto afectivo que como novela, debido a que fue un regalo de Reina Reyes, a quién mi madre peinaba, autora de libros sobre educación y una de las tantas esposas de Felisberto Hernández.

Reina me regaló ese y otros libros y yo la recuerdo como una señora inmensa y elegante, de hablar engolado, que siempre empezaba por preguntarme cómo me iba en la escuela y me traía libros de regalo. Mucho tiempo después, leyendo los cuentos de Felisberto, encontré uno que se llama "Elsa" y que comienza:

"Yo no quiero decir cómo es ella. Si digo que es rubia se imaginarán una mujer rubia, pero no será ella. Ocurrirá como con el nombre: si digo que se llama Elsa se imaginarán cómo es el nombre Elsa; pero el nombre Elsa de ella es otro nombre Elsa. Ni siquiera podrían imaginarse cómo es una peinilla que ella se olvidó en mi casa; aunque yo dijera que tiene 26 dientes, el color, más aún, aunque hubieran visto otra igual, no podrían imaginarse cómo es precisamente, la peinilla que ella se olvidó en mi casa"

Es una casualidad que el nombre del cuento y el de mi madre y la peinilla confluyan en la pluma de Felisberto. No tiene ninguna relación salvo para mí, que cada vez que lo leo, pienso en mi madre, que cuando este cuento se publicó ella todavía no había nacido.

Pero sigamos de largo a asuntos recientes, pues me pregunto qué pensará Fukuyama de los mexicanos ahora que el Gral Ricardo Sánchez ha sido cesado de su cargo de Comandante de tropas en Irak y primer responsable en la cadena de mando. Es que otro de los libros que he encontrado por allí, en ese infiernillo de seres inclasificables y preferentemente tullidos que es el Cordón, es "Ha empezado la Tercera Guerra Mundial", de Jacques Bergier.

Aquí entra mi padre -hoy me he levantado parental- pues no he visto a nadie tan obsesionado como él con "El retorno de los brujos". Luego he visto a otros y si me ha llevado unos diez años leer a Thoreau -solo porque mi padre insistía en que debía leer "Walden" cada vez que yo le hablaba de Emily Dickinson- tuvieron que pasar muchos más para que abriera, aún cargada de escepticismo, "El retorno de los brujos", sólo porque un amigo excéntrico lo leía en el baño de su trabajo y creía que podía serme útil para una nota que estaba escribiendo.

Pues bien, el libro de Bergier, publicado en 1976 comienza con la transcripción del decreto por el cual Charles de Gaulle le concede a Bergier, en 1945, la Orden Nacional de la Legión de Honor con el grado de Caballero:

"Bergier, Jacques, capitán de la Francia combatiente. Resistente desde los primeros momentos, creador y activador de redes, fabricante clandestino de explosivos. Organizador de atentados contra las fuerzas alemanas. Dio nueva vida a la red 'Marco-Polo', disuelta al ser detenido quien por entonces fuera jefe de la Red. Detenido supo, por su dignidad, imponerse a los miembros de la Gestapo. Deportado a Alemania. Esta propuesta y concesión llevan aneja la concesión de la Cruz de Guerra con palma."

El libro de Bergier comienza: "El terrorista que lucha por nuestras ideas es un héroe excelso. El terrorista que combate por ideas que no son las nuestras es un vil asesino. Sin embargo, ambos sacrifican su vida, incluso a veces a los 15 años. (...) Con esta obra, que tan solo pretende demostrar que el terrorismo es la forma moderna de guerra, que la Tercera Guerra Mundial, la del terrorismo, ha empezado ya, y que Occidente está en trance de perderla, no nos proponemos distribuir elogios y censuras. Simplemente, quisiéramos comenzar con una especie de libro de oro del terrorismo, y presentar terroristas nobles y memorables."

Y para terminar este post esquizoide, un par de links, que se tocan con todo lo anterior únicamente en el punto impropio. Es que cuando me pongo a escribir va todo en una bolsa, me da pereza hacer posts separados porque es ahí donde tengo que empezar a buscar una justificación para postear esto o aquello. Toda escritura funciona así: tenés ganas de exponer una idea caprichosa, que se reduciría a dos o tres líneas, pero hay que construir todo un artículo para justificar su pertinencia. Yo creo que así es como se redactan muchas novelas, el 100% de los artículos periodísticos y casi todas las leyes.

Los links son musicales, y poco puedo yo decir respecto a nada que se refiera a música que sea levemente relevante. Pero me gusta escuchar, leer y que otros discutan, así yo aprendo algo.

El primero es una guía para neófitos, es decir, si entrás al blog de Benito y está discutiendo acaloradamente sobre math rock y no tenes ni puta idea de qué está hablando, pues la gente de Epitonic se apiada de ti. Los exquisitos se alarmarán de la división por género, pero ellos mismos despues los usan, lo mas loosely posible, pero los usan. No se pueden bajar los tracks, pero podés escucharlos, hacerte un playlist y si tenés ADSL qué te importa. Si te gusta vas y los bajás más tarde de soulseek u otro.

El segundo link es una especie de enciclopedia, que consta de tres libros "The Tapestry Of Delights (British Beat, R&B, Psychedelic and Progressive Rock 1963-1976)", "Fuzz, Acid & Flowers (American Garage, Psychedelic & Hippie Rock 1964-1975)", y "Dreams, Fantasies & Nightmares (Canadian, Australasian & Latin American Rock & Pop 1963-1975)"
Es la verdadera música antigua, nada de monjes medievales, sino lo que nuestros mayores denominaban genéricamente "música progresiva". Cubre el periodo 1963-1976 y todos los punks que me mandó Benito linkeando uno de mis posts anteriores vomitarán copiosamente, pero que es útil, nadie podrá negarlo.

Y aquí es dónde termino este post extraño y me voy a vivir a lo loco.

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Monday, June 14, 2004

Autoindulgencia blogera

Por más que uno quiera evitarlo, cuando escribe, aquí o en cualquier parte, está proponiendose a sí mismo como un aceptable cristal a través del cual mirar las cosas. Los que recopilan manuales de estilo, tratan de minimizar el impacto mediante artilugios como eliminar la primera persona, informar en el primer párrafo -y lo más libre de opinión posible- sobre el contenido del artículo, no empezar con una cita, etc. etc.

Es raro acostumbrarse a la libertad de escribir en un blog sin respetar esas reglas, porque a pesar de ser contraproducentes cuando los rasgos de estilo de quien escribe realmente informan y mejoran la nota, los que imponen una manera de escribir para un diario o semanario, tienden a pensar que esta no es la regla, y prefieren que sus cronistas escriban todos igual a arriesgarse a artículos que empiecen: "Me levanté y tenía que escribir una nota, pero no tenía la menor idea de qué escribir".

Supuestamente, lo que está en el fondo de los manuales de estilo (y ahora que empiezo así esta frase me acuerdo que está terminantemente prohibido comenzar una frase con un adverbio), es la coherencia del medio como texto total y el respeto por el lector, ya que importa menos quien escribe que quien lee, de manera que borrando los caprichos del cronista de la superficie del texto la información se vuelca lo más libre posible de ruido autoral.

El alud de blogs es una respuesta a la represión del escritor que todos llevan dentro: no me pagan, escribo lo que quiero. En realidad en la prensa uruguaya tampoco es que te paguen mucho, pero la recompensa no es de ninguna manera dejar al cronista escribir cómo y lo que quiera, sino la legitimación como periodista y es algo que realmente funciona, aunque de la carrera prometida nunca más se tengan noticias.

Todo lo anterior es una excusa para hacer lo que todos lo que tienen un blog hacen sin tanta disculpa: escribir cualquier cosa que se les ocurra. Yo, que desde aquí me propongo a mi misma como el aceptable cristal a través del cual mirar las cosas, quería postear unos links sin conexión entre sí, por la sencilla razón que es lo que he estado leyendo hoy.

El primero es de Al Jazeera y se refiere al video de la decapitación de Nick Berg. El artículo afirma que el video en cuestión fue filmado en la prisión de Abu Ghraib y que Berg ya estaba muerto para entonces. Las razones, como las que se manejan en toda teoría de la conspiración, son circunstanciales: la silla, el color de las paredes, la ropa que lleva puesta el infortunado Berg, y, la más interesante de todas, una cabeza muy rapada que aparece brevemente en cuadro en el momento de la decapitación.

Otro link American obsessed. Terry Gilliam respondiendo al llamado de Tony Blair de apoyar a los norteamericanos. Gilliam, por supuesto, está de acuerdo con Blair en todo menos en lo esencial -à la Jameson- pues cree que la mejor manera de apoyar a los norteamericanos es oponiéndose a Bush.

Y uno más, que posteo por lo curioso: ¿tienen 665.000 dólares y no saben en qué gastarlos? ¿Qué tal una hermosa villa en Bagdad, cerca del Tigris, con entrada y pisos de mármol? El aviso dice que el lugar es residencial, calmo y seguro, pero el sótano es grande, con suministro de agua y diseñado como búnker antiaéreo. El hombre de las mil voces seguro desconfiaría.

Y para zafar de tanto link guerrero, una noticia sobre alguien que debería estar entre los santos patrones de la Modern Drunkard Magazine revista fundamental descubierta por Benito (qué andaría buscando, me pregunto yo).

Mr. Charles Bukowski tiene documental.
Es raro que se haya demorado tanto en realizarse un documental sobre alguien que ha venido cosechando generación tras generación de fans en un país donde la industria se apropia de toda figura de culto rápidamente. Se titula Bukowski: Born Into This, y lo dirige John Dullaghan y -entre otros- cuenta con la participación estelar de (y fíjense cómo están descriptos los participantes): Tom Waits (musician), Bono (fan), Sean Penn ( ).

Según la Sight & Sound: "Este documental comienza con material de archivo que muestra a Charles Bukowski en una lectura pidiendo más vino desde el escenario. Algunos amigos relatan anécdotas acerca de su conducta de borracho. El director Taylor Hackford habla sobre cuando lo filmó durante una lectura en Los Ángeles en los '70. Se escucha a Bukowski vomitando antes de la lectura."
No suena muy prometedor, pero quienes aún estén interesados pueden consultar una miríada de reseñas sobre el filme aquí.

Todos los links son a textos en inglés.

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Saturday, June 12, 2004

Los latinos no son tan malos (después de todo)

Francis Fukuyama es el enemigo. Muchos dirán que no es tan importante. Y no, no es. Pero me sorprende que cada vez que abre el pico logre enfurecerme de tal manera. No he leído su último libro Our Posthuman Future: Consequences of the Biotechnology Revolution, porque para qué gastar tanto dinero en enojarme. Sin embargo, sé que terminaré invirtiendo una pequeña fortuna en ver lo que este oportunista que siempre llega tarde a donde nada pasa (que alguien me diga de dónde sale esta frase) tiene que decir sobre el destino posthumano del hombre.

Fukuyama es el agente de siempre de la prop-agenda, y aprovecho aquí a postear un artículo de Brian Eno que me señaló sigmur hace como un año y medio (lo siento pero no conservo el link original).

Fukuyama es aquel que en su libro de 1989 ¿El fin de la historia?, (ni siquiera tuvo la decencia de ahorrarnos los signos de interrogación), afirmaba lo siguiente:

"Al contemplar el curso de los eventos acaecidos en la última década aproximadamente, es difícil dejar de apreciar que algo muy fundamental ha sucedido en la historia del mundo. El último año ha sido testigo de una avalancha de artículos celebrando el fin de la Guerra Fría, y el hecho de que la "paz" parece estar abriéndose camino en muchas regiones del mundo. (...)

Y sin embargo, todas estas personas perciben marginalmente que se está desarrollando algún proceso amplio, proceso que da coherencia y orden a todos los titulares de la prensa diaria. El siglo XX ha visto al mundo desarrollado caer en un paroxismo de violencia ideológica, a medida que el liberalismo se enfrentaba primero con los restos del absolutismo, luego con el bolchevismo y el fascismo, y por fin, con un marxismo puesto al día que amenazaba conducirnos al apocalipsis final de la guerra nuclear. Pero el siglo, que comenzara lleno de confianza en el triunfo final de la democracia liberal occidental, parece llegar a su término volviendo, después de un giro completo, al punto inicial: no a un "final de las ideologías" o a una convergencia entre el capitalismo y el socialismo, como anteriormente se predijera, sino a una victoria indisimulable del liberalismo económico y político.

El triunfo de Occidente, de la idea occidental, es evidente, primero que todo, en el agotamiento total de soluciones sistemáticas viables para suplantar el liberalismo occidental. En la década pasada, hubo cambios inconfundibles en el clima intelectual de los dos grandes países comunistas, y en ambos surgieron importantes movimientos reformistas. Pero este fenómeno se extiende más allá de la alta política, y puede ser apreciado también en la inevitable extensión de la cultura de consumo occidental a contextos tan diversos como los mercados campesinos de televisores de color, hoy omnipresentes a través de China, los restaurantes y tiendas de ropa cooperativos abiertos el año pasado en Moscú, el Beethoven escuchado como música ambiental en las grandes tiendas japonesas, y el gusto por la música rock desarrollado tanto en Praga como en Rangún o Teherán.

Tal vez estamos presenciando no apenas el fin de la Guerra Fría, o el final de un periodo en particular de la historia de postguerra, sino el fin de la historia como tal: es decir, el punto final de la evolución ideológica de la humanidad y la universalización de la democracia liberal occidental como forma final de gobierno humano."

No está de más decir que en ese entonces Francis Fukuyama era director delegado del grupo de planeamiento de políticas del Departamento de Estado de los EEUU.

Ahora, ayer, o hace poco, he encontrado esta reseña (aquí, en español) sobre los problemas de la inmigración mexicana a los EEUU. En ella Fukuyama identifica a los latinos como un mal menor, pues, considerando sus valores, pueden ser asimilados al ideal protestante americano e incluso pueden ayudar a los norteamericanos a recuperar sus antiguos valores (latinoamericanos del mundo, algo ha pasado que dejamos de ser peligrosos). Los mexicanos no son tan malos, pues son cristianos, están dispuestos a hacer los trabajos que los americanos no quieren, defienden la familia y tienden al conservadurismo. El problema real son: los negros americanos (porque no quieren trabajar y son pandilleros) y los musulmanes (porque son terroristas). Frente interno y frente externo: prop-agenda.

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Thursday, June 10, 2004

Dreams That Money Can't Buy

Me acuerdo claramente cuándo leí la historia de los gemelos Brian y David Reimer Había llegado a mi casa de madrugada y, como la dilación es lo mío, me había sentado en un sillón, quizás a esperar que fuera aún más tarde. Alguien había dejado una Rolling Stone sobre la mesa y a los pocos minutos estaba leyendo vorazmente la horripilante historia de los gemelos Reimer y su infortunado encuentro con el Dr. Money. Supongo que la mayoría de ustedes recuerdan bien esta historia: los gemelos, la circunsición, el accidente y la estúpida teoría del Dr. Dinero de que el comportamiento sexual era aprendido y que, por lo tanto, si David era criado como niña, sería niña.

El final de la historia escrita por John Colapinto para la Rolling Stone (en español, aquí, con pequeños errores de OCR que sabrán disculpar) parecía feliz. O al menos más feliz que toda la vida anterior del pobre David.
Hoy me he enterado que los gemelos se han suicidado. Primero Brian, luego David. Bueno, adiós muchachos.

Este post no pretende ser sobre el infortunio de los malogrados hermanos sino sobre la estupidez y megalomanía de algunos profesionales de la bobera. El Dr. Money fue posible gracias a la revolución sexual de los años '60. No todo fue malo, de aquellos años, pero el daño colateral del entusiasmo por la liberación total del hombre todavía no ha sido suficientemente mensurado.
Se ha repetido hasta el cansancio que los '90 fueron el revival de los '60. Un revival bastardo, porque por lo menos se había muerto el entusiasmo. De los '90 nos han quedado los estudios postmodernos, que de una manera más glamorosa (es decir, todavía más boba) retoman las viejas teorías de la liberación, esta vez liberadas al cuadrado pues no tratan de escapar a la ideología dominante, sino de denunciar toda ideología, todo lo que tenga un tufillo a poder o a hegemonía. Aquí, en inglés, una crítica de Edmund Standing, a los enfoques postmodernos de género, sexo y sexualidad, que de alguna manera retoman las demenciales teorías del Dr. Money.

"Los estudios postmodernos sobre género, sexo y sexualidad adoptan, en grados variados, un escepticismo radical respecto a lo natural y lo real y promocionan un programa de "desnaturalización", en el que la idea de esencia biológica es disuelta y remplazada por un constructo social. En el siguiente ensayo, ofrezco una crítica al postmodernismo foucauldiano de Judith Butler, el postmodernismo baudrilleardeano de Arthur y Marilouise Kroker, el feminismo postmoderno de Donna Haraway y el post-transexualismo de Sandy Stone y Kate Bornstein."

Gran parte del éxito de las teorías del Dr. Money se debió a que le vino de perillas al movimiento de liberación femenina, que estaba en auge, ya que venía a minar el fundamento biológico de las diferencias entre los sexos y al movimiento gay, para quienes Money se transformó en una especie de gurú.
Tal vez sea interesante notar que entre los defensores de esta tesis hoy día -citados por Standing- hay un solo hombre, sospechosamente ligado a una Marilouise.
Mientras las mujeres y los gays sigan mirándose los genitales para luchar por sus derechos -tanto para afirmarlos como para ignorarlos- están perdidos. Si hay algo que aprender de las bravuconadas masculinas es que el significado real de levantar la cabeza es dejarse de pensar a partir del género, que es condenarse a construir una teoría del ser a partir de una parte del ser y no precisamente la más interesante. Y no voy a insistir en el desastre que significa para la cultura humana el divorcio en que viven actualmente las ciencias y las humanidades, pero este es un ejemplo más de esa oposición guaranga, de la que el Dr. Money es una trágica encarnación.

Para terminar, y dado que me parece que ando bastante down under últimamente anoto que el Dr. John Money es Neocelandés y que Peter Jackson compró los derechos del libro de John Colapinto As Nature Made Him: The Boy Who Was Raised a Girl.

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Sunday, June 06, 2004

Six Feet Under

La Asociación Uruguaya de Fútbol promueve la cultura. Mañana, legiones de uruguayos van otra vez al cine. ¿5 a 0? Juaj!!!
Fossatti sigue con la pala al hombro.

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O' Captain, My Captain

Hace unos días, el 50% de los commentators, a.k.a. sigmur, tal vez por mero aburrimiento ante lo poco que actualizo el blog, sugirió que comentara "Capitán de mar y guerra", ya que había ido a verla, por escapar a los comentarios de la derrota de Uruguay ante Perú (a pesar de lo cual no pude evitar ver a Kesman fuera de sí, golpeando la mesa con el puño indignado por el "uruguayos maricones" que había osado cantar la hichada peruana en sus festejos -habría que analizar en otro post la homofobia de los futboleros uruguayos, Spillman, Kesman, etc.-)

La verdad es que, tras ver la película, mi impresión era que la película era divertida, estaba bien hecha, tenía la virtud de no abusar de las batallas (a diferencia de "Matrix" o "Kill Bill") y el atractivo extra de que no había mucho fuego, sino mucha agua, sumado a que el sonido predominante no eran las explosiones, sino la madera rompiéndose al ser arrasada por una bola de hierro, CRACAJJJJJ, en lugar de KABOOOM. Fine with me.

Weir se las había arreglado muy bien para escapar a la espectacularidad redundante de las megaproducciones hollywoodenses y me preguntaba cómo habría hecho para convencer a los ejecutivos de tres estudios de Hollywood de que una película de elevado presupuesto, que involucra dos naves del siglo XIX y toda su parafernalia de armas y utensilios de época se resolviera en dos batallas en una película de dos horas y pico. Para peor Weir había eliminado a todas las mujeres y al sexo en general, a pesar de que el barco carga horribles marineros y rubios oficiales de unos 13 a 15 años. Comparando "Capitán de mar y guerra" de Weir con las películas de otro habitante de la zona, Peter Jackson, el primero es como si filmara adentro de una caja de fósforos: batallas de 400 hombres que se desarrollan en los pocos metros libres de la cubierta de dos barcos, y es bastante notable cómo Weir se las arregla para que el espectador pueda ver algo entre ese entrevero de velas, cuerdas, cañones, mástiles, sables y hombres luchando, y tenga una idea en el curso de la batalla de la suerte de cada personaje.

Pero lo que verdaderamente se contrapone en la película son dos maneras de ver el mundo: la del Capitán Jack "Lucky" Aubrey y la de su amigo, el doctor y naturalista Stephen Maturin. Hay que decir que en el barco del Cap. Aubrey lo que prima es la cortesía, la educación, el respeto y la disciplina. Si hay algo que resuena más que los cañonazos son los Sir y Míster, aunque quienes lo profieran estén siendo arrasados por el fuego enemigo o a punto de hundirse en medio de una tormenta. Mientras miraba la película me imaginaba que a los ingleses les debía haber encantado.

Si, por un lado el Cap. Aubrey cree en el cumplimiento del deber, en Inglaterra y en el Rey ("Aunque estemos en el punto más lejano de la tierra, este barco es nuestro hogar, este barco es Inglaterra"), su amigo Maturin es quien desconfía del poder y de los excesos de poder, poniendo en tela de juicio hasta donde el Cap. arriesga la vida de la tripulación por Inglaterra o por su propia gloria. Maturin es irlandés, científico e intelectual, mientras Aubrey es el hombre de acción, religioso y líder que imparte seguridad, confianza y disciplina a la tripulación. Este conflicto entre pensamiento conservador y pensamiento liberal llega a su apoteosis cuando el Cap. Aubrey rompe su promesa de permitir al Dr. Maturin desembarcar en las Galápagos, llevado por su frenética persecusión de la fragata francesa "Acheron": "No tenemos tiempo para tus hobbies" -dice el Capitán- para luego zanjar la discusión diciendóle que eligió un mal lugar para la anarquía.

Si bien fue muy disfrutable que en "Capitán de mar y guerra" los villanos fueran franceses (una de las maneras como Aubrey arenga a sus hombres es preguntándoles "¿Quieren que sus hijos canten La Marsellesa?") después de un tiempito empecé a darme cuenta de lo extraño que era esto. Tal vez por estar cansada de villanos alemanes, rusos, árabes, cubanos, japoneses y vietnamitas, un villano francés que grita "Mort aux anglais!" me resultó muy edificante. Luego me di cuenta que no había que remontarse a la época de Napoleón para que fuera disfrutable para un inglés dispararle a un francés y me puse a buscar más información sobre las novelas en las que se basó Weir y su guionista para realizar la película.

La zaga de novelas Aubrey-Maturin tienen una legión de fanáticos en Europa. Son 20 y transcurren a lo largo de unas 5.000 páginas. Fueron escritas por Patrick O'Brian, de quien se asegura que ha creado una de las parejas literarias más interesantes desde Holmes y Watson.
Algunos fanáticos de las novelas de O'Brian, como Christopher Hitchens, se quejaron de la simplificación de que es objeto el personaje de Maturin, revelando, para quienes no las hemos leído, que el doctor no es solo un excelente cirujano y naturalista, sino fundamentalmente un espía y un revolucionario mitad irlandés mitad catalán que se une a los británicos luego de haber luchado contra ellos y sólo porque considera que los franceses han traicionado los principios de la revolución de 1789, pero que mantiene encendidas polémicas con el Cap. Aubrey por el apoyo del Almirante Nelson a la esclavitud.

Pero Hitchens nada dice del cambio fundamental que introdujo Weir en su película respecto al libro de O'Brian y es que el décimo libro, que es en el que se basa mayoritariamente el guión de la película, transcurre en 1812, cuando los ingleses luchaban contra los estadounidenses. Weir translada la acción a 1805 y el enemigo pasa así a ser Francia.
A pesar que Weir puede demostrar que comenzó a trabajar en la película antes de la invasión de los EEUU a Irak, el cambio fundamental que introdujo en "Capitán de mar y guerra" vino a transformar a la película en un alegato conservador y a representar el sentimiento de muchos ingleses y norteamericanos que se vieron enfrentados a Francia respecto a la guerra contra Irak. Orrin Judd escribe en su reseña de "Capitán de mar y guerra":

"Si Jack Aubrey -e Inglaterra- hubieran comandado el navío y peleado la guerra en la forma afrancesada que Maturin aconseja, seguramente hubieran perdido. Pero Aubrey no tiene esas veleidades y a pesar de que pueda tener algunas dudas, él es fundamentalmente fiel a los ideales y tradiciones que lo han hecho amar al Rey, a su patria y su navío en primer lugar. Maturin es un buen amigo y buena compañía -si lo que se quiere es tocar música o discutir sobre un libro- pero seguir sus consejos en tiempos de guerra sería desastre. Porque los franceses deben ser derrotados es Maturin el que cede a la voluntad de Aubrey (es decir, a la manera de hacer las cosas de los británicos), no Aubrey el que se rinde a la "Razón"

La película incluye, cerca del final, uno de los servicios religiosos más conmovedores jamás filmados. Lo que es más notable es que logra volver muy vívido el rezo del Padrenuestro. A fuerza de repetirlo hemos dejado de escuchar lo que estamos diciendo. En esta escena se recaptura su poder, porque reconocemos el grado en el que nos compromete a tener fe en la Providencia y cuán irracional es esto: venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Las muertes sufridas en las batallas pueden ser trágicas, pero no carecen de sentido.

No es una coincidencia que América esté hoy siendo conducida a una guerra por un presidente que comparte esta visión de la Historia, una visión que muchos intelectuales creen anticuada."

Hitchens había señalado, con orgullo inglés, que luego de su derrota en Waterloo en 1815, Napoleon Bonaparte fue llevado por el navío inglés "Bellerophon" a su exilio en la isla de Santa Elena. Por costumbre y cortesía se le permitía hacer sus ejercicios navales todos los días y habiendo visto la disciplina de hierro y las habilidades náuticas de los oficiales y la tripulación se dice que dijo al Capitán del "Bellerophon" durante una cena, que ahora por lo menos había comprendido por qué sus esfuerzos para derrotar a los británicos habían fracasado.

Es curioso que la prensa conservadora norteamericana confíe tanto en la Providencia y disfrute de la derrota de la Razón sin plantearse siquiera que tal vez deberían mirar mejor la película y buscar las 10 millones de diferencias entre el Cap. Jack Aubrey y George W. Bush.

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Wednesday, June 02, 2004

England, England

Primero fue un mensaje en la p-list. Allí se citaba un fragmento de el artículo "Dadaist strategies and instinct in Zappa and Beefheart (1966-1970)", de Marco Maurizi, seguido de un fragmento del artículo "Back in the US of A", de Andrew O'Hagan, aparecido en The New York Review of Books el 27 de mayo pasado, que reseña el libro de Devin McKinney Magic Circles: The Beatles in Dream and History.

El fragmento de la reseña del libro sobre los Beatles era un recorrido sobre la influencia de esta banda sobre los políticos de los EEUU de nuestro tiempo.
Más tarde, y después de leer el artículo completo, encontré la misma cita, traducida al español, en el blog uruguayo sabotaje. Eso me hizo pensar que el artículo de O'Hagan debía haber circulado bastante, si me lo encontraba por todas partes.

Yo lo había leído y me había llamado la atención la reflexión sobre Inglaterra, los ingleses y la relación entre las culturas británica y norteamericana. Me pareció notable el comienzo de la nota, la descripción de Andrew O'Hagan del carácter inglés y del sentimiento predominante de la Gran Bretaña de la posguerra. Además, me pareció que estaba muy bien escrita.

O'Hagan es un escritor escocés de 35 años y, a pesar de que sus juicios pueden parecer exagerados, así son los británicos: cuando celebran, se entusiasman de tal manera que no tienen límites, mientras que cuando critícan lo británico son terriblemente amargos e hirientes.

Así, decidí traducir el artículo completo al español. Por supuesto, lo primero que queda por el camino es el estilo, por lo que la nota, en mi traducción, pierde gran parte de su gracia. Pero de todas maneras me parece que vale la pena que le echen un vistazo a las consideraciones de O'Hagan y McKinney sobre la relevancia de los Beatles como catalizadores de la esencia de los años sesenta.

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Tuesday, June 01, 2004

La garra inca o los charrúas pintados

Mañana, no encenderé la radio, no miraré la tele. Iré al cine a ver "Capitán de mar y guerra". No quiero escuchar nada sobre la derrota de Uruguay. No es que me importe la derrota en sí, me importa todo lo que viene después. Los comentaristas fútbolísticos me agotan como pocas cosas en este mundo.

Cuando pusieron a Carrasco de DT de la selección dije "¿Quuuuéééé?" Era un gesto tan desesperado como si ahora pusieran a Pelusso, el DT de Danubio, solo porque apareció de pronto y le va bien.
No soporto a Carrasco, es una especie de hamster megalómano idiotizado que se viste como un Testigo de Jehová. Sin embargo, me pareció que, en el error, significaba un gesto de parte de la burocracia mafiosa que dirige el fútbol uruguayo. Un gesto que tendía a ponerse en manos del mas anormal pero el único que parecía querer hacer las cosas siguiendo una idea diferente, o rupturista, que tenía una cierta convicción sin fundamento, pero cuando el bote se hunde, si hay un tipo que dice que la solución es poner condones inflados alrededor del bote y tiene los suficientes en los bolsillos, pues, probemos... sobre todo si logra que los histéricos se pongan a soplar adentro de las gomitas en lugar de romper las bolas quince minutos antes de una muerte segura.

Pero claro, las convicciones acá duran poco, igual que las políticas y el cerramiento de filas. Allá voló Carrasco, pues nadie está dispuesto a reconocer que hoy, de 10 partidos entre Uruguay y Venezuela, sea con el técnico que sea, lo más probable es que Venezuela gane 5 y empate 2.
Ahora dirán que es demasiado pronto para juzgar a Fossatti, pobre, recién llega, pero que bla, bla, bla, bla. No me someteré a ello.

Yo, que creo que los nombres y apellidos están mágicamente relacionados con las personas que los ostentan, solía decir, lamentándolo profundamente, que Carrasco, el técnico, era la última esperanza de los uruguayos, igualito que el aeropuerto homónimo. Representaba lo mismo, el manotón de ahogado, el destino desconocido que lo más probable es que sea peor que el conocido, pero que si tenés que volver, volverás cambiado, para mejor o para peor, pero nunca el mismo, el agua estancada que se pudre irremediablemente.

El nombre de Fossatti me da escalofríos de enterrador. Pobre hombre, pero su nombre está cargado de malos presagios que han empezado por cumplirse. Por lo menos Pelusso tiene nombre de payaso.

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