Saturday, July 31, 2004
series & marcas & modelos
Ayer estuvimos con Remo rememorando viejas series de television y tratando de recordar que auto usaba cada héroe. Se agradecen adiciones y/o correcciones.
Sérpico - Honda 125 SL
Columbo - Peugeot 403 convertible
Baretta - Impala 68 4 puertas
Kojak - Buick
Ironside - Silla de ruedas
El Santo - Volvo P1800
Tarzán - Liana y Land Rover
Magnum - Ferrari 308 GTS
Jack y el Gordo - Camaro
Mattlock - Chevrolet
El hombre de la Atlántida - Nado Johnny Walker
El hombre nuclear - Varios autos. Mustang mas feos
La mujer biónica - Lo mismo (epoca de confusión americana)
Chips - Harley Davidson
Starsky & Hutch - Ford Torino
Dukes of Hazzard - Chrysler Charger
El auto fantástico - Pontiac Trans Am
BJ - Camión Mack
Los profesionales - Ford Capri
El viejo - BMW
Los magníficos - GMC Van
Happy Days - Harley y/o Triumph
MacGiver - Jeep y camioneta Ford vieja
Mannix - Plymouth ?
Vicio en Miami - Ferrari Daytona
Mr. Bean - Mini Morris
Cannon - Lincoln Continental
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Ayer estuvimos con Remo rememorando viejas series de television y tratando de recordar que auto usaba cada héroe. Se agradecen adiciones y/o correcciones.
Sérpico - Honda 125 SL
Columbo - Peugeot 403 convertible
Baretta - Impala 68 4 puertas
Kojak - Buick
Ironside - Silla de ruedas
El Santo - Volvo P1800
Tarzán - Liana y Land Rover
Magnum - Ferrari 308 GTS
Jack y el Gordo - Camaro
Mattlock - Chevrolet
El hombre de la Atlántida - Nado Johnny Walker
El hombre nuclear - Varios autos. Mustang mas feos
La mujer biónica - Lo mismo (epoca de confusión americana)
Chips - Harley Davidson
Starsky & Hutch - Ford Torino
Dukes of Hazzard - Chrysler Charger
El auto fantástico - Pontiac Trans Am
BJ - Camión Mack
Los profesionales - Ford Capri
El viejo - BMW
Los magníficos - GMC Van
Happy Days - Harley y/o Triumph
MacGiver - Jeep y camioneta Ford vieja
Mannix - Plymouth ?
Vicio en Miami - Ferrari Daytona
Mr. Bean - Mini Morris
Cannon - Lincoln Continental
Saturday, July 24, 2004
¿Probaste un Mac Pay, últimamente?
Ayer, dos mil o más espectadores fuimos a ver "Whisky", la segunda película de los hermanos Stoll Pablo & Rebella J. Pablo. Quería que la película me gustara y me gustó, pero no porque quisiera. Es decir, hay una especie de actitud mezquina bien uruguaya que el film retrata a la perfección, porque es el punto en el que un uruguayo y un judío "pobre" se parecen demasiado. Quiero decir: quería que me gustara la película, pero mi actitud también era, por momentos, here we are now, entertain us. Qué difícil es disfrutar, Jacobo.
Cuando vi "25 Watts" pensé: sí está bárbara, pero es una novela en primera persona. Veamos que pasa cuando pasen a la tercera persona. Después la vi en video y ahí pude ver otras cosas, porque estaba en casa, ya no había nada que decir de la película y no tenía que soportar a una caterva de bobetas diciendo: "son mis alumnos", "son mis amigos", o la increíble "la zona del parque rodó es como el soho, todos vivimos por ahí". They got on my nerves y mis antenitas de vinyl recomendaban cautela. Ah, qué amargado, Jacobo.
Mi primera reacción jacobina fue no ir al preestreno, sólo por no tener que reeditar la experiencia anterior. Pensaba que si no la veía me evitaba dos posturas igualmente boludas: "que báaaarbara, la película" o "es una novela en tercera persona, está bien, pero todavía es chistosa. Veamos que pasa cuando dejen de hacer chistes". Para mí era una buena opción ir a verla cuando Cinemateca la programara en "De la temporada". Cautela, equidad. ¿No vas a ver todo lo nuevo en "De la temporada"? ¿Por qué cambiar esta vez? Ah, Jacobo, qué mezquino.
Como bien dijo Diderot (hay que sacarle el jugo a los propios descubrimientos) "esto no es una crítica". Es una crónica, porque no sé nada de cine y soy alumna de Medina, por lo que me complazco en afirmar que el cine es una técnica, una tarea colectiva y un espectáculo, del que eventualmente pueden extraerse chispazos de genio a pesar de todo lo anterior. Lo que tiene de artístico el cine tiene que ser extraído de todo lo demás. Opera por succión de lo divergente. Por la tiranía de una opinión que prevalece. Por el control individual sobre el caos de lo ajeno indeterminado. Por selección natural de una inteligencia que se impone en un momento dado para desvanecerse en el próximo segundo. ¿De quién es este cuadro? El cine de autor es una contradicción de términos. ¿Quién es el autor de una película? Yo siempre prefiero que haya un culpable. Como en la literatura. Pero debo decir que la última literatura uruguaya que vale la pena es la de Felisberto, la de Onetti y que el cine o la música uruguaya, quimeras, monstruos colectivos, han dado productos curiosamente creativos.
Mientras tanto, yo veía la película. El trabajo de los actores es muy bueno. Y, después de un comienzo de difícil tránsito, la película entra más rápidamente de lo que preveía en su propia lógica. Hay una línea de laconismo que cruza el Río de la Plata y une las películas de Rejtman y las de Stoll & Rebella. Me divirtió muchísimo que "Whisky" sea tan autista y anodina como éstas, a pesar de retratar a unos viejos en lugar de a unos jóvenes. Sin embargo, en "Whisky" hay cierta previsibilidad en el desarrollo de la historia, cierta estructura demasiado presente, que no está dada solamente por las repeticiones o por lo previsible de la conducta de los personajes. Digamos que, a priori se puede adivinar una intención. El humor y las pequeñas variaciones en el tiempo de la narración, distienden esa presencia, que podría ser agobiante sin ellos. Es que ciertos encuadres, la elección de la manera de filmar algunas escenas denotan una excesiva autoconsciencia. Pero la belleza igual está, a pesar de que su elaboración permanezca en la superficie, y dejando la impresión de que no es ni espontánea ni afectada sino mas bien atenta.
"Me hubiera gustado más si no me hubiera dado cuenta por qué me gustaba en el mismo momento en que me estaba gustando, pero aún así, me gustó mucho" Eso es exactamente lo que diría sobre "Whisky". Es el caso de la toma del ascensor que baja, la posición de los actores en la cocina, o el tránsito completo de Marta por el pasillo del hotel. Son muy buenas, pero es el tipo de cosas que me gusta descubrir mucho después, cuando me doy cuenta que esto también estaba en la película (basta, Jacobo).
Pero tal vez lo anterior sea producto de mirar con demasiada atención, dada la proximidad del objeto. Tal vez el énfasis no esté en la película sino en lo escudriñador de mi mirada. Si "Whisky" no estuviera convocando permanentemente un territorio conocido, podría mirarla como lo que es: una muy buena película, sensiblemente filmada, tan cómica como triste. Es decir, tal vez podría "ver bien" a "Whisky" si yo fuera, digamos, uh ¿finlandesa?, OK, no, holandesa. Porque supongo que las alarmas que saltan son alarmas de proximidad, esas que en la lejanía nos sorprenden y cautivan y hacen que atesoremos la atmósfera peculiar de una película completamente ajena como parte indisoluble de su mérito estético. Que "Whisky" lo tiene, no quedan dudas. Que yo lo pueda ver y disfrutar completamente, sin sabotajes, es más difícil. Pero claro que eso no tiene la más mínima importancia. Yo soy Jacobo.
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Ayer, dos mil o más espectadores fuimos a ver "Whisky", la segunda película de los hermanos Stoll Pablo & Rebella J. Pablo. Quería que la película me gustara y me gustó, pero no porque quisiera. Es decir, hay una especie de actitud mezquina bien uruguaya que el film retrata a la perfección, porque es el punto en el que un uruguayo y un judío "pobre" se parecen demasiado. Quiero decir: quería que me gustara la película, pero mi actitud también era, por momentos, here we are now, entertain us. Qué difícil es disfrutar, Jacobo.
Cuando vi "25 Watts" pensé: sí está bárbara, pero es una novela en primera persona. Veamos que pasa cuando pasen a la tercera persona. Después la vi en video y ahí pude ver otras cosas, porque estaba en casa, ya no había nada que decir de la película y no tenía que soportar a una caterva de bobetas diciendo: "son mis alumnos", "son mis amigos", o la increíble "la zona del parque rodó es como el soho, todos vivimos por ahí". They got on my nerves y mis antenitas de vinyl recomendaban cautela. Ah, qué amargado, Jacobo.
Mi primera reacción jacobina fue no ir al preestreno, sólo por no tener que reeditar la experiencia anterior. Pensaba que si no la veía me evitaba dos posturas igualmente boludas: "que báaaarbara, la película" o "es una novela en tercera persona, está bien, pero todavía es chistosa. Veamos que pasa cuando dejen de hacer chistes". Para mí era una buena opción ir a verla cuando Cinemateca la programara en "De la temporada". Cautela, equidad. ¿No vas a ver todo lo nuevo en "De la temporada"? ¿Por qué cambiar esta vez? Ah, Jacobo, qué mezquino.
Como bien dijo Diderot (hay que sacarle el jugo a los propios descubrimientos) "esto no es una crítica". Es una crónica, porque no sé nada de cine y soy alumna de Medina, por lo que me complazco en afirmar que el cine es una técnica, una tarea colectiva y un espectáculo, del que eventualmente pueden extraerse chispazos de genio a pesar de todo lo anterior. Lo que tiene de artístico el cine tiene que ser extraído de todo lo demás. Opera por succión de lo divergente. Por la tiranía de una opinión que prevalece. Por el control individual sobre el caos de lo ajeno indeterminado. Por selección natural de una inteligencia que se impone en un momento dado para desvanecerse en el próximo segundo. ¿De quién es este cuadro? El cine de autor es una contradicción de términos. ¿Quién es el autor de una película? Yo siempre prefiero que haya un culpable. Como en la literatura. Pero debo decir que la última literatura uruguaya que vale la pena es la de Felisberto, la de Onetti y que el cine o la música uruguaya, quimeras, monstruos colectivos, han dado productos curiosamente creativos.
Mientras tanto, yo veía la película. El trabajo de los actores es muy bueno. Y, después de un comienzo de difícil tránsito, la película entra más rápidamente de lo que preveía en su propia lógica. Hay una línea de laconismo que cruza el Río de la Plata y une las películas de Rejtman y las de Stoll & Rebella. Me divirtió muchísimo que "Whisky" sea tan autista y anodina como éstas, a pesar de retratar a unos viejos en lugar de a unos jóvenes. Sin embargo, en "Whisky" hay cierta previsibilidad en el desarrollo de la historia, cierta estructura demasiado presente, que no está dada solamente por las repeticiones o por lo previsible de la conducta de los personajes. Digamos que, a priori se puede adivinar una intención. El humor y las pequeñas variaciones en el tiempo de la narración, distienden esa presencia, que podría ser agobiante sin ellos. Es que ciertos encuadres, la elección de la manera de filmar algunas escenas denotan una excesiva autoconsciencia. Pero la belleza igual está, a pesar de que su elaboración permanezca en la superficie, y dejando la impresión de que no es ni espontánea ni afectada sino mas bien atenta.
"Me hubiera gustado más si no me hubiera dado cuenta por qué me gustaba en el mismo momento en que me estaba gustando, pero aún así, me gustó mucho" Eso es exactamente lo que diría sobre "Whisky". Es el caso de la toma del ascensor que baja, la posición de los actores en la cocina, o el tránsito completo de Marta por el pasillo del hotel. Son muy buenas, pero es el tipo de cosas que me gusta descubrir mucho después, cuando me doy cuenta que esto también estaba en la película (basta, Jacobo).
Pero tal vez lo anterior sea producto de mirar con demasiada atención, dada la proximidad del objeto. Tal vez el énfasis no esté en la película sino en lo escudriñador de mi mirada. Si "Whisky" no estuviera convocando permanentemente un territorio conocido, podría mirarla como lo que es: una muy buena película, sensiblemente filmada, tan cómica como triste. Es decir, tal vez podría "ver bien" a "Whisky" si yo fuera, digamos, uh ¿finlandesa?, OK, no, holandesa. Porque supongo que las alarmas que saltan son alarmas de proximidad, esas que en la lejanía nos sorprenden y cautivan y hacen que atesoremos la atmósfera peculiar de una película completamente ajena como parte indisoluble de su mérito estético. Que "Whisky" lo tiene, no quedan dudas. Que yo lo pueda ver y disfrutar completamente, sin sabotajes, es más difícil. Pero claro que eso no tiene la más mínima importancia. Yo soy Jacobo.
Wednesday, July 21, 2004
Una respuesta a Benito (harta del límite 1000 caracteres/comment)
Introducción necesaria: este post es en realidad un comment. Es que los comments a mi post anterior, que se refería a la novela "Pnin", de Vladimir Nabokov, de alguna manera se encauzaron hacia un comentario sobre "School of Rock", la película de Linklater (Enlazadespués -si hubiera nacido en el País Vasco). Allí Benito dice algunas cosas (y supongo que esto no le va a gustar nada pues el tema que trajo a colación merecería un largo post propio en Fuck You Tiger ) y como yo quería decir otras y me canso de hacer cinco comments seguidos decidí ponerlo como post. Para entender más o menos de qué viene la cosa primero tendrían que leer los últimos comments al post anterior. Y luego, este post traído de los pelos.
Ojo que empieza....
Yo creo que el discurso hegemónico aprendió en los '60 algo muy importante: el concepto de "velocidad de reacción". La contracultura de los '60 difundió sus efectos contestatarios por su propio appeal y por su contenido político en un momento histórico muy particular. La cooptación de esos movimientos fue torpe y lenta, porque la sorpresa fue grande y los mecanismos usuales de demonización fallaron pues en el momento de usarlos ya estaban perimidos. La asimilación social posterior fue impulsada por la neutralización política y por el ingreso de la contracultura a la publicidad. Así hubo un reacomodo: la sociedad y la cultura le hicieron lugar a algunos aspectos de la contracultura sencillamente porque los costados políticamente más peligrosos de ésta habían sido neutralizados (bueno, está bien, aceptamos a un negro, una feminista, un gay y podés ir a trabajar de pelo largo, pero tenés que tomar 7Up).
Supongo que lo más importante que aprendieron fue que la herramienta más eficaz para la derrota política de la contracultura era la infiltración. De ahí en adelante y de manera harto genial, en lugar de gastar montañas de dinero plantando infiltrados y soplones, decidieron que lo mejor era usar la teoría del crímen perfecto: el mejor criminal es aquel que no sabe que está cometiendo un crímen. Entonces, en lugar de comprar a unos cuantos, simplemente le vendieron la contracultura a muchos, que ni siquiera fueron (son) conscientes del papel que cumplen.
Es la táctica de las remeras aplicada a lo contracultural: a mi padre siempre le llamó la atención que los jóvenes quisieran usar una remera que dijera Levi's. Me decía que antes, para que alguien usara algo que luciera una marca, tenían que regalarla y le parecía desopilante que pagáramos mucho dinero por hacer propaganda.
Vendiendo lo más vendible de los movimientos contraculturales, esencialmente la actitud, la vestimenta y todo lo que puede englobarse en el término "iconografía", no sólo autofinanciaron la operación sino que ganaron dinero con ella, neutralizando, de paso a un enemigo emergente. Si el punk aparece en la comedia de las seis quiere decir que no es tan peligroso, si el yuppie se pone una remera que dice Nirvana para salir a correr, no hay problemas en el horizonte.
Ahora, yo creo que estamos asistiendo a una "velocidad de reacción" similar de parte de la "oposición" y por más que le joda a todo el mundo, Michael Moore es su punta de lanza. La crítica que se le hace a MM es justamente que "se hace el bueno", es decir que no es verdaderamente anti-establishment, pero ese es el gran secreto de su éxito. Si el establishment se disfraza de contracultura para neutralizarla, la contracultura debe disfrazarse de establishment para lo mismo. Es por eso que Fatboy Fat molesta tanto. Está bien pensar que si algo nos parece malo de un lado debe parecernos malo del otro, porque pensamos que los resultados obtenidos van a estar corruptos en su base y tarde o temprano van a dejar de ser medios para ser fines. Pero tal vez sea que es verdad que se acabó la edad de la inocencia y que es hora de elegir el mal menor. Tal vez entonces sea posible educar un poco mejor. Yo no lo sé.
Es curioso pero el establishment de alguna manera dice lo mismo que Benito dice, pero sin nombrar la apropiación del gesto, porque la crítica desde el establishment no puede reconocer que hay una apropiación de su "estilo" ya que es vergonzante. Supongo que lo que tanto les molesta en las películas de MM es que se oculte su verdad (la defensa de la libertad y la democracia) haciendo hincapié en el gesto vaciado de contenido (el método o la forma). Si la mentira contracultural que vende el establishment puede denominarse "contracultura pasteurizada", la mentira establishment que vende MM puede denominarse "establishment intensificado"
Recuerdo haber leído en una Rolling Stone una crónica de un recital de rock que mencionaba una propaganda de celulares en el estadio que rezaba "El rock se aburguesó ¿por qué vos no vas a hacer lo mismo?" Me hizo hervir la sangre y después dije "Bueno, para mi es suficiente para no comprar ESE celular". Supongo que a los enemigos de MM les pasa exactamente lo mismo, les hierve la sangre, pero todavía les llevará un tiempo aceptarlo y neutralizarlo. Nosotros estamos acostumbrados.
(Nota: Obsérvese que estoy usando el falaz argumento del poema de Mario Benedetti "Ustedes y Nosotros"). Como castigo ejemplarizante, lo copio a continuación:
Ustedes cuando aman/exigen bienestar/una cama de cedro/ y un colchón especial
Nosotros cuando amamos/ es fácil de arreglar/ con sábanas qué bueno/ sin sábanas da igual
ustedes cuando aman/ calculan interés/ y cuando se desaman/ calculan otra vez
nosotros cuando amamos/ es como renacer/ y si nos desamamos/ no la pasamos bien
ustedes cuando aman/ son de otra magnitud/ hay fotos chismes prensa/ y el amor es un boom
nosotros cuando amamos/ es un amor común/ tan simple y tan sabroso/ como tener salud
ustedes cuando aman/ consultan el reloj/ porque el tiempo que pierden/ vale medio millón
nosotros cuando amamos/ sin prisa y con fervor/ gozamos y nos sale/ barata la función
ustedes cuando aman/ al analista van/ él es quien dictamina/ si lo hacen bien o mal
nosotros cuando amamos/ sin tanta cortedad/ el subconsciente piola/ se pone a disfrutar
ustedes cuando aman/ exigen bienestar/ una cama de cedro/ y un colchón especial
nosotros cuando amamos/ es fácil de arreglar/ con sábanas qué bueno/ sin sábanas da igual.
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Introducción necesaria: este post es en realidad un comment. Es que los comments a mi post anterior, que se refería a la novela "Pnin", de Vladimir Nabokov, de alguna manera se encauzaron hacia un comentario sobre "School of Rock", la película de Linklater (Enlazadespués -si hubiera nacido en el País Vasco). Allí Benito dice algunas cosas (y supongo que esto no le va a gustar nada pues el tema que trajo a colación merecería un largo post propio en Fuck You Tiger ) y como yo quería decir otras y me canso de hacer cinco comments seguidos decidí ponerlo como post. Para entender más o menos de qué viene la cosa primero tendrían que leer los últimos comments al post anterior. Y luego, este post traído de los pelos.
Ojo que empieza....
Yo creo que el discurso hegemónico aprendió en los '60 algo muy importante: el concepto de "velocidad de reacción". La contracultura de los '60 difundió sus efectos contestatarios por su propio appeal y por su contenido político en un momento histórico muy particular. La cooptación de esos movimientos fue torpe y lenta, porque la sorpresa fue grande y los mecanismos usuales de demonización fallaron pues en el momento de usarlos ya estaban perimidos. La asimilación social posterior fue impulsada por la neutralización política y por el ingreso de la contracultura a la publicidad. Así hubo un reacomodo: la sociedad y la cultura le hicieron lugar a algunos aspectos de la contracultura sencillamente porque los costados políticamente más peligrosos de ésta habían sido neutralizados (bueno, está bien, aceptamos a un negro, una feminista, un gay y podés ir a trabajar de pelo largo, pero tenés que tomar 7Up).
Supongo que lo más importante que aprendieron fue que la herramienta más eficaz para la derrota política de la contracultura era la infiltración. De ahí en adelante y de manera harto genial, en lugar de gastar montañas de dinero plantando infiltrados y soplones, decidieron que lo mejor era usar la teoría del crímen perfecto: el mejor criminal es aquel que no sabe que está cometiendo un crímen. Entonces, en lugar de comprar a unos cuantos, simplemente le vendieron la contracultura a muchos, que ni siquiera fueron (son) conscientes del papel que cumplen.
Es la táctica de las remeras aplicada a lo contracultural: a mi padre siempre le llamó la atención que los jóvenes quisieran usar una remera que dijera Levi's. Me decía que antes, para que alguien usara algo que luciera una marca, tenían que regalarla y le parecía desopilante que pagáramos mucho dinero por hacer propaganda.
Vendiendo lo más vendible de los movimientos contraculturales, esencialmente la actitud, la vestimenta y todo lo que puede englobarse en el término "iconografía", no sólo autofinanciaron la operación sino que ganaron dinero con ella, neutralizando, de paso a un enemigo emergente. Si el punk aparece en la comedia de las seis quiere decir que no es tan peligroso, si el yuppie se pone una remera que dice Nirvana para salir a correr, no hay problemas en el horizonte.
Ahora, yo creo que estamos asistiendo a una "velocidad de reacción" similar de parte de la "oposición" y por más que le joda a todo el mundo, Michael Moore es su punta de lanza. La crítica que se le hace a MM es justamente que "se hace el bueno", es decir que no es verdaderamente anti-establishment, pero ese es el gran secreto de su éxito. Si el establishment se disfraza de contracultura para neutralizarla, la contracultura debe disfrazarse de establishment para lo mismo. Es por eso que Fatboy Fat molesta tanto. Está bien pensar que si algo nos parece malo de un lado debe parecernos malo del otro, porque pensamos que los resultados obtenidos van a estar corruptos en su base y tarde o temprano van a dejar de ser medios para ser fines. Pero tal vez sea que es verdad que se acabó la edad de la inocencia y que es hora de elegir el mal menor. Tal vez entonces sea posible educar un poco mejor. Yo no lo sé.
Es curioso pero el establishment de alguna manera dice lo mismo que Benito dice, pero sin nombrar la apropiación del gesto, porque la crítica desde el establishment no puede reconocer que hay una apropiación de su "estilo" ya que es vergonzante. Supongo que lo que tanto les molesta en las películas de MM es que se oculte su verdad (la defensa de la libertad y la democracia) haciendo hincapié en el gesto vaciado de contenido (el método o la forma). Si la mentira contracultural que vende el establishment puede denominarse "contracultura pasteurizada", la mentira establishment que vende MM puede denominarse "establishment intensificado"
Recuerdo haber leído en una Rolling Stone una crónica de un recital de rock que mencionaba una propaganda de celulares en el estadio que rezaba "El rock se aburguesó ¿por qué vos no vas a hacer lo mismo?" Me hizo hervir la sangre y después dije "Bueno, para mi es suficiente para no comprar ESE celular". Supongo que a los enemigos de MM les pasa exactamente lo mismo, les hierve la sangre, pero todavía les llevará un tiempo aceptarlo y neutralizarlo. Nosotros estamos acostumbrados.
(Nota: Obsérvese que estoy usando el falaz argumento del poema de Mario Benedetti "Ustedes y Nosotros"). Como castigo ejemplarizante, lo copio a continuación:
Ustedes cuando aman/exigen bienestar/una cama de cedro/ y un colchón especial
Nosotros cuando amamos/ es fácil de arreglar/ con sábanas qué bueno/ sin sábanas da igual
ustedes cuando aman/ calculan interés/ y cuando se desaman/ calculan otra vez
nosotros cuando amamos/ es como renacer/ y si nos desamamos/ no la pasamos bien
ustedes cuando aman/ son de otra magnitud/ hay fotos chismes prensa/ y el amor es un boom
nosotros cuando amamos/ es un amor común/ tan simple y tan sabroso/ como tener salud
ustedes cuando aman/ consultan el reloj/ porque el tiempo que pierden/ vale medio millón
nosotros cuando amamos/ sin prisa y con fervor/ gozamos y nos sale/ barata la función
ustedes cuando aman/ al analista van/ él es quien dictamina/ si lo hacen bien o mal
nosotros cuando amamos/ sin tanta cortedad/ el subconsciente piola/ se pone a disfrutar
ustedes cuando aman/ exigen bienestar/ una cama de cedro/ y un colchón especial
nosotros cuando amamos/ es fácil de arreglar/ con sábanas qué bueno/ sin sábanas da igual.
Sunday, July 18, 2004
Pnin, then
No hay placer mayor que la relectura. Sobre todo si uno tiene esa característica desagradable de no prestar la atención suficiente en una primera lectura, presa de esa tiranía que es la compulsión por el desarrollo de la trama.
Ya no me acuerdo cuándo leí "Pnin" por primera vez, pero sí recuerdo que fue el primer libro de Nabokov que cayó en mis manos. Y ahora, releyéndolo me doy cuenta cuánto lo sobreleí. Sin embargo, es un buen libro para comenzar a leer a Nabokov y eso fue una suerte. Si hubiera empezado, digamos, por "Pálido Fuego", no hubiera tocado nunca más a quien se ha transformado en uno de mis autores favoritos de todos los tiempos.
Digresión primera: nunca he leído ningún artículo periodístico sobre cómo ciertos libros pueden alejar a un lector de un autor, si escogen como primer libro uno incorrecto. Ahora me doy cuenta que, muchas veces, recomiendo (y perdón que recomiende, pero es el karma de tener algunos libros, el mismo que, por ejemplo, padece el ingeniero agrónomo cuando es interrogado por la vecina sobre la mejor manera de preparar la tierra de las macetas, o el médico enfrentado a los síntomas diversos de la cajera del supermercado), decía, recomiendo un autor diciendo: "pero mejor empezá con tal libro y de ninguna manera con este otro". ¿Qué pasaría con un lector de Cortázar que empieza con "62/Modelo para armar"? ¿O Pynchon por "Mason & Dixon"? ¿O uno de Martin Amis que comience por leer los cuentos de "Agua Pesada" o que aborde a Ian McEwan por "Entre las sábanas"? Ya sé: no están de acuerdo y hay cientos de ustedes (OK, no hay cientos que lean este blog) que empezaron Cortázar por 62 y les pareció genial. Pero permítanme decirles que nadie puede entender completamente 62 si no ha leído "La condesa sangrienta". Yo empecé a leer 62 unas tres veces antes de decidirme a seguir leyendo a pesar de saber que no estaba entendiendo mucho. Luego, muy luego, leí la historia de Erszébet Báthory y, en mi mente, el modelo para armar se armó, pero me llevó años.
Pero hablaba de "Pnin". Nabokov escribió esta novela entre "Lolita" y "Pale Fire". Algunos dicen que la escribió para tener algún ingreso monetario mientras "Lolita" pasaba por las tortuosas pruebas rumbo a su publicación. De hecho, varios de sus capítulos aparecieron como "cuentos" en el New Yorker.
(Digresión segunda: si notan alguna incoherencia en este relato se debe a que, mientras lo escribo, Remo está dando un discurso que podría titularse "Cristianismo y Capital: contubernio para explotar a un ejército de himenópteros solidarios")
OK, Pnin. Yo lo he leído ambas veces en español y en cuanto pueda hacerme de la versión en inglés tal vez este post tenga una coda. Leerlo en español solamente permite entrever lo que el texto depara en cuanto a maestría en materia verbal, esa en la que Master Nabokov, es insuperable. Uno de los fragmentos de "Pnin" que primero capturaron mi atención fue el siguiente:
"Ciertas personas -y me encuentro entre ellas- detestan los finales felices. Nos sentimos defaudados. La regla es el daño. La tragedia no debe frustrarse. La avalancha que se detiene en su cauce a unos metros de la aldea acobardada, se comporta no sólo antinaturalmente sino también sin ética."
Luego (muy luego) di con una parte de la misma en inglés:
"Some people -and I am one of them- hate happy ends. We feel cheated. Harm is the norm. Doom should not jam."
Nabokov hace este tipo de cosas todo el tiempo. Es curioso, pero los lectores anglo se maravillan de la maestría en el uso del inglés de un autor para el que no es su lengua madre y yo creo que, justamente, eso solo es posible para alguien en que el inglés no está dado, sino que es producto de una atención y fascinación extrañada. Las palabras adquieren para un extranjero una materialidad absolutamente diferente que para un native speaker. Nabokov ve las palabras. Se presentan ante sus ojos y sus oídos como materia verbal cuando invoca un significado preciso. "Harm is the norm. Doom should not jam": son palabras de cuatro letras, el idioma básico de un escolar, de un iletrado. Corrientemente es un insulto decir de alguien que habla usando únicamente four letter words. Pero estas dos frases serían la envidia de un aforista. Ya quisiera Jesús haber hablado tan claro al vulgo, deleitando de paso a los versificadores y a los aficionados al humor verbal.
Digresión tercera: juegos de palabras. En alguna parte, Borges, desestimaba el humor español diciendo que se basaba fundamentalmente en juegos de palabras. Entiendo perfectamente a lo que Borges se refiere y coincido que este vicio es a veces particularmente irritante en los españoles. Allí tenemos a Bergamín y a Gómez de la Serna. Greguerías. O gárgaras. Pero, que me perdone Borges, el problema no son las palabras y el humor basado en sus infinitas posibilidades combinatorias, sino en creer que un hallazgo combinatorio es gracioso más allá del significado. Citando a Nabokov:
"Todo artista ve el lado cómico y cósmico de las cosas"
"Si bien mantengo todo al borde de la parodia, por otra parte debe haber un abismo de seriedad, y debo arreglármelas para mantenerme en ese estrecho márgen entre mi propia verdad y la caricatura de la misma."
"Denme un ejemplo de un gran escritor que no sea un humorista. El peor escritor trágico es O'Neill. Es probablemente el peor escritor. El Dostoyevski cómico es maravilloso, pero en la tragedia es un periodista. El escritor crea su propio tipo de vida. El ver las cosas de una manera singular, única y extraordinaria, es gracioso para la persona común. Ver las cosas como si fueran nuevas es gracioso en sí mismo. Lo inusual es divertido de por sí. Un hombre se resbala y cae. Es lo contrario a la gravedad en ambos sentidos. Ese fue un buen juego de palabras, dicho sea de paso."
Está bien, vuelvo a "Pnin". La novela relata tres años y medio de la vida de Timofey Pnin como profesor ruso expatriado en los EEUU, pero Nabokov se las arregla para contarnos su vida anterior en Rusia y Europa, mientras planta un buen número de personajes (que debe rondar el centenar) en una novela de escasas 200 págs. Decir esto es no decir nada, estamos de acuerdo. Pero poco de lo que pueda decir en pocas líneas hará justicia a "Pnin".
Lo que primero llama la atención en los libros de Nabokov es la estructura y los motivos recurrentes. Sobre todo que muchos de ellos se repiten a lo largo y ancho de toda su obra. La memoria y el tiempo son usados corrientemente tanto como motivo y en tanto elemento estructurador y no es casualidad que Proust esté entre los autores preferidos de N. Sin ir más lejos, "Pnin" es un libro circular y con la particularidad de que, al final, no sabemos si el narrador es confiable o no. Pnin detesta al narrador de "Pnin". Lo desautoriza a gritos. Y como si esto no fuera suficiente, el libro se cierra con alguien que imita a Pnin ante el narrador.
Por otra parte, como si Lolita no hubiera bastado, "Pnin" vuelve una mirada extrañada sobre Norteamérica, con todo el desdén e incompensión de lo viejo ante lo nuevo, de la tradición sobre la levedad, del fracaso ante el éxito.
Además de ser un libro irresistiblemente gracioso, es a la vez un relato conmovedor sobre el desarraigo. Pero Pnin no es un personaje trágico. No hay tragedia exterior que pueda alterar a un hombre absorto. Pnin es un desarraigado, un expulsado de todos los paraísos (patria, familia, hogar). Cuando al fin parece haber encontrado un lugar y da una fiesta para inaugurar su nueva casa, Pnin se entera que ha sido despedido:
"En la cocina, Pnin se preparó a lavar la vajilla. Se quitó la chaqueta de seda, la corbata y la dentadura postiza. Para proteger la pechera de su camisa y sus pantalones de smoking, se puso un delantal de soubrette, cuajado de lunares. Raspó los platos guardando los bocados en un cartucho de papel para dárselos a un perrito blanco sarnoso que solía visitarlo por las tardes. No había razón para que la desventura de un ser humano interfiriera el placer de un perro."
El único momento en que Pnin está a punto de quebrarse es cuando, lavando los platos, cree haber roto la ponchera que le regaló su "hijo" Víctor. Es sólo un momento, pero les juro que si no desean que esa ponchera esté intacta bajo la gruesa capa de espuma es que no tienen corazón.
"Pnin" está sembrado de geniales observaciones dichas al pasar, pero con un sentido profundo y desplazado y a eso me refería cuando hablaba del placer de la relectura:
"Acabará por perderla -agregó [Chateau] señalando la cruz católica griega colgada de una cadenita de oro que Pnin había retirado de su cuello y suspendido en una varilla. Su brillo intrigó a una libélula que pasaba.
--Quizá no lamentaría perderla -dijo Pnin-. Usted bien sabe que la llevo por razones sentimentales. Y el sentimiento se me está haciendo pesado. Después de todo, no es muy romántico este empeño de conservar una partícula de la propia infancia en contacto con el esternón"
OK, si sigo, copiaré el 50% de la novela, que está sembrada de diálogos geniales. Me permito uno más, porque al hojear el libro no puedo evitar que mis ojos caigan una y otra vez en fragmentos que quiero transcribir:
"Desde un pabellón semiasfixiado por algarrobos llegaban fragmentos de un acalorado intercambio entre el profesor Bolotov, que enseñaba Historia de la Filosofía y el profesor Chateau, que enseñaba Filosofía de la Historia:
--La realidad es Duración -tronaba una voz, la de Bolotov.
--¡No lo es! -gritaba la otra-. Una pompa de jabón es tan real como un diente fósil"
Un disfrute extra son las diatribas de Nabokov contra la psiquiatría en general (los villanos de la novela son psicoterapeutas y casi me muero de risa al leer la carta de Pnin proponiéndole matrimonio a Liza, enviándole adjunto un folleto que refutaba la teoría de que el nacimiento es un acto suicida por parte del infante). Ah!, que les puedo decir más que lean "Pnin" y su aversión a las corrientes de aire, sus interesantes teorías respecto a algunas obras literarias -de "Ana Karenina" a "Cenicienta"- , sus atendibles dificultades para aprender a conducir, la cruzada de su "hijo" Víctor contra el color rojo, las diatribas del Prof. Lake contra el surrealismo, cubismo, futurismo y el por qué de la simpatía de Pnin por un restaurante llamado El Huevo y Nosotros.
En algún lugar creo haber leído que Onetti consideraba uno de los más grandes elogios a su obra el de una muchacha (tiene que haber sido una muchacha) que le dijo algo así como que le daba tristeza ya haber leído sus libros porque el mundo sería mucho mejor si supiera que el futuro le deparaba esa maravilla. Esa muchacha no conocía el placer de la relectura y Onetti se sintió demasiado halagado para sentirse ofendido. O, como dice Nabokov en "Pnin":
"--Hace cuarenta años tuvimos amigos comunes -observó [Roza]
--No mencionemos cifras tan astronómicas -dijo Bolotov, aproximándose y reemplazando con una brizna de hierba el pulgar que había usado como marcador-, estoy leyendo por séptima vez "Ana Karenina", y me produce el mismo embeleso que sentí hace cuarenta, no, hace sesenta años, cuando era un chico de siete. Y cada vez se descubren cosas nuevas. "
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No hay placer mayor que la relectura. Sobre todo si uno tiene esa característica desagradable de no prestar la atención suficiente en una primera lectura, presa de esa tiranía que es la compulsión por el desarrollo de la trama.
Ya no me acuerdo cuándo leí "Pnin" por primera vez, pero sí recuerdo que fue el primer libro de Nabokov que cayó en mis manos. Y ahora, releyéndolo me doy cuenta cuánto lo sobreleí. Sin embargo, es un buen libro para comenzar a leer a Nabokov y eso fue una suerte. Si hubiera empezado, digamos, por "Pálido Fuego", no hubiera tocado nunca más a quien se ha transformado en uno de mis autores favoritos de todos los tiempos.
Digresión primera: nunca he leído ningún artículo periodístico sobre cómo ciertos libros pueden alejar a un lector de un autor, si escogen como primer libro uno incorrecto. Ahora me doy cuenta que, muchas veces, recomiendo (y perdón que recomiende, pero es el karma de tener algunos libros, el mismo que, por ejemplo, padece el ingeniero agrónomo cuando es interrogado por la vecina sobre la mejor manera de preparar la tierra de las macetas, o el médico enfrentado a los síntomas diversos de la cajera del supermercado), decía, recomiendo un autor diciendo: "pero mejor empezá con tal libro y de ninguna manera con este otro". ¿Qué pasaría con un lector de Cortázar que empieza con "62/Modelo para armar"? ¿O Pynchon por "Mason & Dixon"? ¿O uno de Martin Amis que comience por leer los cuentos de "Agua Pesada" o que aborde a Ian McEwan por "Entre las sábanas"? Ya sé: no están de acuerdo y hay cientos de ustedes (OK, no hay cientos que lean este blog) que empezaron Cortázar por 62 y les pareció genial. Pero permítanme decirles que nadie puede entender completamente 62 si no ha leído "La condesa sangrienta". Yo empecé a leer 62 unas tres veces antes de decidirme a seguir leyendo a pesar de saber que no estaba entendiendo mucho. Luego, muy luego, leí la historia de Erszébet Báthory y, en mi mente, el modelo para armar se armó, pero me llevó años.
Pero hablaba de "Pnin". Nabokov escribió esta novela entre "Lolita" y "Pale Fire". Algunos dicen que la escribió para tener algún ingreso monetario mientras "Lolita" pasaba por las tortuosas pruebas rumbo a su publicación. De hecho, varios de sus capítulos aparecieron como "cuentos" en el New Yorker.
(Digresión segunda: si notan alguna incoherencia en este relato se debe a que, mientras lo escribo, Remo está dando un discurso que podría titularse "Cristianismo y Capital: contubernio para explotar a un ejército de himenópteros solidarios")
OK, Pnin. Yo lo he leído ambas veces en español y en cuanto pueda hacerme de la versión en inglés tal vez este post tenga una coda. Leerlo en español solamente permite entrever lo que el texto depara en cuanto a maestría en materia verbal, esa en la que Master Nabokov, es insuperable. Uno de los fragmentos de "Pnin" que primero capturaron mi atención fue el siguiente:
"Ciertas personas -y me encuentro entre ellas- detestan los finales felices. Nos sentimos defaudados. La regla es el daño. La tragedia no debe frustrarse. La avalancha que se detiene en su cauce a unos metros de la aldea acobardada, se comporta no sólo antinaturalmente sino también sin ética."
Luego (muy luego) di con una parte de la misma en inglés:
"Some people -and I am one of them- hate happy ends. We feel cheated. Harm is the norm. Doom should not jam."
Nabokov hace este tipo de cosas todo el tiempo. Es curioso, pero los lectores anglo se maravillan de la maestría en el uso del inglés de un autor para el que no es su lengua madre y yo creo que, justamente, eso solo es posible para alguien en que el inglés no está dado, sino que es producto de una atención y fascinación extrañada. Las palabras adquieren para un extranjero una materialidad absolutamente diferente que para un native speaker. Nabokov ve las palabras. Se presentan ante sus ojos y sus oídos como materia verbal cuando invoca un significado preciso. "Harm is the norm. Doom should not jam": son palabras de cuatro letras, el idioma básico de un escolar, de un iletrado. Corrientemente es un insulto decir de alguien que habla usando únicamente four letter words. Pero estas dos frases serían la envidia de un aforista. Ya quisiera Jesús haber hablado tan claro al vulgo, deleitando de paso a los versificadores y a los aficionados al humor verbal.
Digresión tercera: juegos de palabras. En alguna parte, Borges, desestimaba el humor español diciendo que se basaba fundamentalmente en juegos de palabras. Entiendo perfectamente a lo que Borges se refiere y coincido que este vicio es a veces particularmente irritante en los españoles. Allí tenemos a Bergamín y a Gómez de la Serna. Greguerías. O gárgaras. Pero, que me perdone Borges, el problema no son las palabras y el humor basado en sus infinitas posibilidades combinatorias, sino en creer que un hallazgo combinatorio es gracioso más allá del significado. Citando a Nabokov:
"Todo artista ve el lado cómico y cósmico de las cosas"
"Si bien mantengo todo al borde de la parodia, por otra parte debe haber un abismo de seriedad, y debo arreglármelas para mantenerme en ese estrecho márgen entre mi propia verdad y la caricatura de la misma."
"Denme un ejemplo de un gran escritor que no sea un humorista. El peor escritor trágico es O'Neill. Es probablemente el peor escritor. El Dostoyevski cómico es maravilloso, pero en la tragedia es un periodista. El escritor crea su propio tipo de vida. El ver las cosas de una manera singular, única y extraordinaria, es gracioso para la persona común. Ver las cosas como si fueran nuevas es gracioso en sí mismo. Lo inusual es divertido de por sí. Un hombre se resbala y cae. Es lo contrario a la gravedad en ambos sentidos. Ese fue un buen juego de palabras, dicho sea de paso."
Está bien, vuelvo a "Pnin". La novela relata tres años y medio de la vida de Timofey Pnin como profesor ruso expatriado en los EEUU, pero Nabokov se las arregla para contarnos su vida anterior en Rusia y Europa, mientras planta un buen número de personajes (que debe rondar el centenar) en una novela de escasas 200 págs. Decir esto es no decir nada, estamos de acuerdo. Pero poco de lo que pueda decir en pocas líneas hará justicia a "Pnin".
Lo que primero llama la atención en los libros de Nabokov es la estructura y los motivos recurrentes. Sobre todo que muchos de ellos se repiten a lo largo y ancho de toda su obra. La memoria y el tiempo son usados corrientemente tanto como motivo y en tanto elemento estructurador y no es casualidad que Proust esté entre los autores preferidos de N. Sin ir más lejos, "Pnin" es un libro circular y con la particularidad de que, al final, no sabemos si el narrador es confiable o no. Pnin detesta al narrador de "Pnin". Lo desautoriza a gritos. Y como si esto no fuera suficiente, el libro se cierra con alguien que imita a Pnin ante el narrador.
Por otra parte, como si Lolita no hubiera bastado, "Pnin" vuelve una mirada extrañada sobre Norteamérica, con todo el desdén e incompensión de lo viejo ante lo nuevo, de la tradición sobre la levedad, del fracaso ante el éxito.
Además de ser un libro irresistiblemente gracioso, es a la vez un relato conmovedor sobre el desarraigo. Pero Pnin no es un personaje trágico. No hay tragedia exterior que pueda alterar a un hombre absorto. Pnin es un desarraigado, un expulsado de todos los paraísos (patria, familia, hogar). Cuando al fin parece haber encontrado un lugar y da una fiesta para inaugurar su nueva casa, Pnin se entera que ha sido despedido:
"En la cocina, Pnin se preparó a lavar la vajilla. Se quitó la chaqueta de seda, la corbata y la dentadura postiza. Para proteger la pechera de su camisa y sus pantalones de smoking, se puso un delantal de soubrette, cuajado de lunares. Raspó los platos guardando los bocados en un cartucho de papel para dárselos a un perrito blanco sarnoso que solía visitarlo por las tardes. No había razón para que la desventura de un ser humano interfiriera el placer de un perro."
El único momento en que Pnin está a punto de quebrarse es cuando, lavando los platos, cree haber roto la ponchera que le regaló su "hijo" Víctor. Es sólo un momento, pero les juro que si no desean que esa ponchera esté intacta bajo la gruesa capa de espuma es que no tienen corazón.
"Pnin" está sembrado de geniales observaciones dichas al pasar, pero con un sentido profundo y desplazado y a eso me refería cuando hablaba del placer de la relectura:
"Acabará por perderla -agregó [Chateau] señalando la cruz católica griega colgada de una cadenita de oro que Pnin había retirado de su cuello y suspendido en una varilla. Su brillo intrigó a una libélula que pasaba.
--Quizá no lamentaría perderla -dijo Pnin-. Usted bien sabe que la llevo por razones sentimentales. Y el sentimiento se me está haciendo pesado. Después de todo, no es muy romántico este empeño de conservar una partícula de la propia infancia en contacto con el esternón"
OK, si sigo, copiaré el 50% de la novela, que está sembrada de diálogos geniales. Me permito uno más, porque al hojear el libro no puedo evitar que mis ojos caigan una y otra vez en fragmentos que quiero transcribir:
"Desde un pabellón semiasfixiado por algarrobos llegaban fragmentos de un acalorado intercambio entre el profesor Bolotov, que enseñaba Historia de la Filosofía y el profesor Chateau, que enseñaba Filosofía de la Historia:
--La realidad es Duración -tronaba una voz, la de Bolotov.
--¡No lo es! -gritaba la otra-. Una pompa de jabón es tan real como un diente fósil"
Un disfrute extra son las diatribas de Nabokov contra la psiquiatría en general (los villanos de la novela son psicoterapeutas y casi me muero de risa al leer la carta de Pnin proponiéndole matrimonio a Liza, enviándole adjunto un folleto que refutaba la teoría de que el nacimiento es un acto suicida por parte del infante). Ah!, que les puedo decir más que lean "Pnin" y su aversión a las corrientes de aire, sus interesantes teorías respecto a algunas obras literarias -de "Ana Karenina" a "Cenicienta"- , sus atendibles dificultades para aprender a conducir, la cruzada de su "hijo" Víctor contra el color rojo, las diatribas del Prof. Lake contra el surrealismo, cubismo, futurismo y el por qué de la simpatía de Pnin por un restaurante llamado El Huevo y Nosotros.
En algún lugar creo haber leído que Onetti consideraba uno de los más grandes elogios a su obra el de una muchacha (tiene que haber sido una muchacha) que le dijo algo así como que le daba tristeza ya haber leído sus libros porque el mundo sería mucho mejor si supiera que el futuro le deparaba esa maravilla. Esa muchacha no conocía el placer de la relectura y Onetti se sintió demasiado halagado para sentirse ofendido. O, como dice Nabokov en "Pnin":
"--Hace cuarenta años tuvimos amigos comunes -observó [Roza]
--No mencionemos cifras tan astronómicas -dijo Bolotov, aproximándose y reemplazando con una brizna de hierba el pulgar que había usado como marcador-, estoy leyendo por séptima vez "Ana Karenina", y me produce el mismo embeleso que sentí hace cuarenta, no, hace sesenta años, cuando era un chico de siete. Y cada vez se descubren cosas nuevas. "
Monday, July 12, 2004
The Tube
No voy a pasar horas escribiendo sobre la TV abierta en el Uruguay. Es tan espléndida, que nada de lo que pueda decir nunca igualará la experiencia de someterse a su influjo.
Cuando tenía doce o trece miraba muchas seriales y estas tenían la peculiaridad de comenzar y terminar. Algunos capítulos podían repetirse, pero las seriales no desaparecían misteriosamente del aire. Now they do.
La mejor manera de abstraerse de este mal es mirar, por ejemplo, "Los Roldán". No hay peligro de que sea levantada cuando la historia está en la mejor parte.
Ahora, si tienes a bien seguir una serial norteamericana, corres el serio riesgo de ser suspendido justo cuando estaban a punto de asesinar al personaje principal. Esto ha sucedido, en TV abierta, por ejemplo, con "The Sopranos". Sencillamente, no siguió, y en mi mente todo quedó suspendido como el arma de un gángster que está a punto de asesinar a su socio.
Últimamente la serie que he acompañado es "The Shield". La agarré medio por la mitad, pero llegó a atraparme. No sé nada sobre la serie, no he indagado, me he limitado a sumergirme en los rayos catódicos. Siempre es difícil escribir sobre TV si uno no tiene cable. Temo descubrir la pólvora, porque evidentemente mi TV atrasa. No sé nada de "The Shield", tal vez pase por cable y todos uds. sepan el destino de Big Mackie, Deutch, Dani y todos los demás. Yo no sé nada y, si depende de Canal 4, nada sabré.
En "The Shield" los personajes son estereotipados pero siempre hasta cierto punto, las situaciones, clásicas pero no tanto. Es un remedo de "La ley y el orden", pero centrada en el orden, que frecuentemente queda al márgen de la ley. Los personajes son invariablemente ambigüos, el policía corrupto pero efectivo, el policía honesto pero gay, el policía loser pero no tan tonto, el Teniente con aspiraciones políticas, etc., la serie tiene unos toques extraños en cuanto al quiebre de la línea narrativa e incluso respecto a la fotografía. Hay escenas que gratamente revelan una intención estética en la manera de filmar y otras que, en esa misma vena, son francamente ridículas considerando el producto (las oficinas del departamento de policía tienen las paredes pintadas verde fluo y el piso es un damero de baldosas fucsias y negras). Tal vez la mayor virtud de "The Shield" sea la variedad de tipos humanos que desfilan por la serie. Si "tipógrafo" no fuera otra cosa, yo diría que quien se encarga de diseñar los tipos humanos para "The Shield" es un gran observador que resuelve en manera harto sencilla, y por tanto reduce, estereotipos humanos muy reconocibles para el telespectador, sin renunciar a la ambigüedad en cuanto a atribuir culpas sociales. Los policías no son unos buenazos, aunque los infractores son siempre sujetos detestables. Y muchas veces la culpa es "del sistema", faceless, y por tanto, inexorable, aunque sembrado de pequeñas tragedias humanas a su alrededor.
Quienes se encargan de hacer cumplir la ley son seres humanos, con sus miserias y sus fallos individuales, con sus pequeñas ganancias y sus grandes perjuicios, pero que, a pesar de sus defectos, te cuidan de los peores. "Para cuidarte de los malos tenemos que ser un poco malos, y si somos un poco malos, te jodemos, pero, en el fondo lo hacemos por protegerte. No pretenderas que lo haga por un salario publico y un uniforme raído"
Es una triquiñuela inteligente: uno termina identificándose con el policía aunque este no sea un intachable, porque no se puede ser intachable en el mundo del hampa. A los malos no los derrotan los buenos. Los derrotan los malos que luchan del lado del bien. Es como lo de Michael Moore... resultados, resultados. "Heroes don't come easy", como cantaba Michael Stipe, sobre Montgomery Clift.
El asunto es que hoy vi un capítulo que debe ser de los primeros. No lo había visto antes y está bueno completar el cuadro, pero esto indica que probablemente "The Shield", en su progresión argumental, haya terminado para los sufridos Tvabiertos. Lo mismo está pasando con "Monk". Es prácticamente imposible ver un capítulo nuevo.
Así que, o no posteo, o lo hago sobre la TV. Ahí van los highlights televisivos (política y deporte ¿hay algo más?) del fin de semana:
-Larrañaga diciéndole a Sonia Brescia que no votaría de nuevo al Dr. Batlle. ¡Ah Pinocchio!
-La informativista de canal 12 (la rubia whatshername) olvidándose del nombre de nuestro presidente: dijo el "Dr.... Dr...... nuestro presidente....". Le faltó decir "este, que va al hipódromo".... Buenísimo.
-Las justas declaraciones del pelado Rubio, diciendo que el Presidente primero se abstiene de votar y luego pide la cadena para realizar declaraciones partidarias. Si Batlle estará en desgracia que lo recogieron todos los informativos...
-La entrevista de Raquel Daruech a Ben Sion, quién terminó diciéndole al ex ministro, respecto a la coyntura crisis argentina-desfalco rohm-peirano: "Ud. preferiría que todo esto le hubiera ocurrido al Frente Amplio". Y Ben Sion diciendo, con gesto desalentado: "Pero me pasó a mí", en lugar de un correcto "Yo hubiera deseado que esto no pasara en mi país, sea el gobierno que sea".
-Stirling atacando a Larrañaga por su apoyo al referéndum por el agua, en patético discurso desde el punto de vista de la retórica y la mera corrección sintáctica.
-La carrera en Silverstone. Cuando pasan F1 a las 14:00 no puedo verla porque voy a la feria. Si la pasan a las 17:00 la veo mientras me tomo un té, pero levantan "Monk". Hoy presencié la "resurrección" Mc Laren. No puedo negar que disfruté la efímera cercanía de Kimi al übermenscht, pero cualquiera se da cuenta que es una ilusión. McLaren debe estar contenta de haber desplazado a BAR y a Renault, pero pensar que amenaza a Ferrari es un delirio que solo un safety car providencial puede ayudar a sostener.
-Pandiani llegando a la concentración en un camión de 4 mts. de alto y 7 de largo, rojo, con una bandera uruguaya y una calcomanía que dice "el rifle". ¿Pandiani habrá visto "Brazil"? Alguien tendría que recomendársela.... No sé si Pandiani es un tarado o un crac que tenia ganas de manejar un camión (aparte de su Porsche y su Mercedes) y chau. Oigo opiniones.
Como coda, unos cuentos feriales:
-Vi una reedición de Minotauro creo que de "The Simulacra" de Philip K. Dick. Sale $630. Juaj! Tal vez por eso ya no esté tan segura del título. Duró unos 10 segundos en mis manos....
-He hojeado un libro sobre "metrosexuales", que vienen a ser heterosexuales usurpadores de la estetica gay, una simple necesidad frente al extraño "éxito" social de la estética gay. Además de ser una estupidez increíble, que da recetas sobre qué vino tomar o que diez discos son indispensables para un metrosexual (Bowie, Lou Reed, Groove Armada), o qué objetos no tener de ninguna manera (sábanas ilustradas con dibujos animados, nada que tenga que ver con Barbra Streissand) termina aconsejando las 10 reglas indispensables de conducta de un "metrosexual". La décima es: "No sea estúpido" (se los juro).
-Como único trofeo de mi paseo ferial, he comprado "Dirk Gently's Holistic Detective Agency", de Douglas Adams. Sé de su inmensamente popular "The Hitchhiker's Guide to the Galaxy". No la he leído, aunque creo que la he bajado en formato .txt. De esta novela he leído algo, sin embargo, y es que alguien descubre la respuesta al enigma del universo y resulta ser.... 42. Como idea es bastante sencilla y misleading, pero tiene su gracia.
Esto es todo, y si es poco, es porque estoy releyendo "Pnin". Capaz que vuelvo sobre la pninización del mundo en otro post.
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No voy a pasar horas escribiendo sobre la TV abierta en el Uruguay. Es tan espléndida, que nada de lo que pueda decir nunca igualará la experiencia de someterse a su influjo.
Cuando tenía doce o trece miraba muchas seriales y estas tenían la peculiaridad de comenzar y terminar. Algunos capítulos podían repetirse, pero las seriales no desaparecían misteriosamente del aire. Now they do.
La mejor manera de abstraerse de este mal es mirar, por ejemplo, "Los Roldán". No hay peligro de que sea levantada cuando la historia está en la mejor parte.
Ahora, si tienes a bien seguir una serial norteamericana, corres el serio riesgo de ser suspendido justo cuando estaban a punto de asesinar al personaje principal. Esto ha sucedido, en TV abierta, por ejemplo, con "The Sopranos". Sencillamente, no siguió, y en mi mente todo quedó suspendido como el arma de un gángster que está a punto de asesinar a su socio.
Últimamente la serie que he acompañado es "The Shield". La agarré medio por la mitad, pero llegó a atraparme. No sé nada sobre la serie, no he indagado, me he limitado a sumergirme en los rayos catódicos. Siempre es difícil escribir sobre TV si uno no tiene cable. Temo descubrir la pólvora, porque evidentemente mi TV atrasa. No sé nada de "The Shield", tal vez pase por cable y todos uds. sepan el destino de Big Mackie, Deutch, Dani y todos los demás. Yo no sé nada y, si depende de Canal 4, nada sabré.
En "The Shield" los personajes son estereotipados pero siempre hasta cierto punto, las situaciones, clásicas pero no tanto. Es un remedo de "La ley y el orden", pero centrada en el orden, que frecuentemente queda al márgen de la ley. Los personajes son invariablemente ambigüos, el policía corrupto pero efectivo, el policía honesto pero gay, el policía loser pero no tan tonto, el Teniente con aspiraciones políticas, etc., la serie tiene unos toques extraños en cuanto al quiebre de la línea narrativa e incluso respecto a la fotografía. Hay escenas que gratamente revelan una intención estética en la manera de filmar y otras que, en esa misma vena, son francamente ridículas considerando el producto (las oficinas del departamento de policía tienen las paredes pintadas verde fluo y el piso es un damero de baldosas fucsias y negras). Tal vez la mayor virtud de "The Shield" sea la variedad de tipos humanos que desfilan por la serie. Si "tipógrafo" no fuera otra cosa, yo diría que quien se encarga de diseñar los tipos humanos para "The Shield" es un gran observador que resuelve en manera harto sencilla, y por tanto reduce, estereotipos humanos muy reconocibles para el telespectador, sin renunciar a la ambigüedad en cuanto a atribuir culpas sociales. Los policías no son unos buenazos, aunque los infractores son siempre sujetos detestables. Y muchas veces la culpa es "del sistema", faceless, y por tanto, inexorable, aunque sembrado de pequeñas tragedias humanas a su alrededor.
Quienes se encargan de hacer cumplir la ley son seres humanos, con sus miserias y sus fallos individuales, con sus pequeñas ganancias y sus grandes perjuicios, pero que, a pesar de sus defectos, te cuidan de los peores. "Para cuidarte de los malos tenemos que ser un poco malos, y si somos un poco malos, te jodemos, pero, en el fondo lo hacemos por protegerte. No pretenderas que lo haga por un salario publico y un uniforme raído"
Es una triquiñuela inteligente: uno termina identificándose con el policía aunque este no sea un intachable, porque no se puede ser intachable en el mundo del hampa. A los malos no los derrotan los buenos. Los derrotan los malos que luchan del lado del bien. Es como lo de Michael Moore... resultados, resultados. "Heroes don't come easy", como cantaba Michael Stipe, sobre Montgomery Clift.
El asunto es que hoy vi un capítulo que debe ser de los primeros. No lo había visto antes y está bueno completar el cuadro, pero esto indica que probablemente "The Shield", en su progresión argumental, haya terminado para los sufridos Tvabiertos. Lo mismo está pasando con "Monk". Es prácticamente imposible ver un capítulo nuevo.
Así que, o no posteo, o lo hago sobre la TV. Ahí van los highlights televisivos (política y deporte ¿hay algo más?) del fin de semana:
-Larrañaga diciéndole a Sonia Brescia que no votaría de nuevo al Dr. Batlle. ¡Ah Pinocchio!
-La informativista de canal 12 (la rubia whatshername) olvidándose del nombre de nuestro presidente: dijo el "Dr.... Dr...... nuestro presidente....". Le faltó decir "este, que va al hipódromo".... Buenísimo.
-Las justas declaraciones del pelado Rubio, diciendo que el Presidente primero se abstiene de votar y luego pide la cadena para realizar declaraciones partidarias. Si Batlle estará en desgracia que lo recogieron todos los informativos...
-La entrevista de Raquel Daruech a Ben Sion, quién terminó diciéndole al ex ministro, respecto a la coyntura crisis argentina-desfalco rohm-peirano: "Ud. preferiría que todo esto le hubiera ocurrido al Frente Amplio". Y Ben Sion diciendo, con gesto desalentado: "Pero me pasó a mí", en lugar de un correcto "Yo hubiera deseado que esto no pasara en mi país, sea el gobierno que sea".
-Stirling atacando a Larrañaga por su apoyo al referéndum por el agua, en patético discurso desde el punto de vista de la retórica y la mera corrección sintáctica.
-La carrera en Silverstone. Cuando pasan F1 a las 14:00 no puedo verla porque voy a la feria. Si la pasan a las 17:00 la veo mientras me tomo un té, pero levantan "Monk". Hoy presencié la "resurrección" Mc Laren. No puedo negar que disfruté la efímera cercanía de Kimi al übermenscht, pero cualquiera se da cuenta que es una ilusión. McLaren debe estar contenta de haber desplazado a BAR y a Renault, pero pensar que amenaza a Ferrari es un delirio que solo un safety car providencial puede ayudar a sostener.
-Pandiani llegando a la concentración en un camión de 4 mts. de alto y 7 de largo, rojo, con una bandera uruguaya y una calcomanía que dice "el rifle". ¿Pandiani habrá visto "Brazil"? Alguien tendría que recomendársela.... No sé si Pandiani es un tarado o un crac que tenia ganas de manejar un camión (aparte de su Porsche y su Mercedes) y chau. Oigo opiniones.
Como coda, unos cuentos feriales:
-Vi una reedición de Minotauro creo que de "The Simulacra" de Philip K. Dick. Sale $630. Juaj! Tal vez por eso ya no esté tan segura del título. Duró unos 10 segundos en mis manos....
-He hojeado un libro sobre "metrosexuales", que vienen a ser heterosexuales usurpadores de la estetica gay, una simple necesidad frente al extraño "éxito" social de la estética gay. Además de ser una estupidez increíble, que da recetas sobre qué vino tomar o que diez discos son indispensables para un metrosexual (Bowie, Lou Reed, Groove Armada), o qué objetos no tener de ninguna manera (sábanas ilustradas con dibujos animados, nada que tenga que ver con Barbra Streissand) termina aconsejando las 10 reglas indispensables de conducta de un "metrosexual". La décima es: "No sea estúpido" (se los juro).
-Como único trofeo de mi paseo ferial, he comprado "Dirk Gently's Holistic Detective Agency", de Douglas Adams. Sé de su inmensamente popular "The Hitchhiker's Guide to the Galaxy". No la he leído, aunque creo que la he bajado en formato .txt. De esta novela he leído algo, sin embargo, y es que alguien descubre la respuesta al enigma del universo y resulta ser.... 42. Como idea es bastante sencilla y misleading, pero tiene su gracia.
Esto es todo, y si es poco, es porque estoy releyendo "Pnin". Capaz que vuelvo sobre la pninización del mundo en otro post.
Monday, July 05, 2004
More on Moore
"Fahrenheit 911" se estrenó y es el documental más exitoso de la historia. Ya se ha dicho todo de Moore, pero no paro de disfrutar la ira que desata Moore en los conservadores. Es tal la impotencia que sienten ante su éxito arrollador que ya no saben qué decir para decir lo de siempre: que es un manipulador. Lo que los saca de quicio es que Moore es un mentiroso que denuncia a los mentirosos y un gran aficionado a los golpes bajos (como dejar la foto de una de las niñas asesinadas en Columbine en la puerta de lo de Charlton Heston o perseguir a los congresistas para que envíen a sus hijos a Irak.). No pueden soportar probar un poco de su propia medicina.
En Uruguay hubo un episodio similar, pero con resultados menos claros, ligado al film "Aparte", de Mario Handler. Para algunos Handler hizo de la miseria un espectáculo, un reality show lumpen, para otros sensibilizó a la opinión pública sobre el problema de la marginalidad. Obviamente, no hay manera de probar algo como la "intención" de un realizador, y lo único que puede hacerse es señalar las lecturas posibles, los efectos que produce la edición, en los que el realizador elige y arma el producto. Todos recordarán la tremebunda polémica que el film provocó, las reacciones viscerales de la crítica, tanto a favor como en contra. No hay documental que no manipule, eso es muy claro y lo que se discute siempre es si esa manipulación nos gusta o no nos gusta, es decir si la finalidad de esa manipulación es buena o mala.
Lo que me ha llamado mucho la atención es que en Uruguay, quienes salieron a defender a Handler, diciendo que desde luego siempre se manipula y que esta no era una acusación válida (llegando al extremo de citar a Flaherty y "Nanook", revelando la tristísima noticia de que el pescado que el esquimal pesca estaba YA MUERTO) fueron quienes más violentamente reaccionaron contra las manipulaciones de Moore en "Bowling for Columbine". Les juro que casi no puedo esperar a verlos rabiar fuera de control cuando se estrene "Fahrenheit 911". He visto con mis propios ojos, en nuestra adormecida ciudad, a gente obsesionada por probar que Moore es un mentiroso, los he visto recopilar febrilmente los discursos de Heston ante la Asoc. del Rifle para demostrar que fueron cortados, alterados en su cronología y etc., buscando despertar a la audiencia a la que consideran presa de un engaño colectivo inaudito, preparando sus baterías anti-Moore para cuando se estrene "Fahrenheit 911".
OK, lo de Moore es propaganda, pero yo me alegro de que se usen todos los medios para destruir a Bush y su clan si son tan efectivos como está demostrando serlo "Farenheit 911" (dicho sea de paso, fue bastante triste ver a Ray Bradbury pataleando por el uso de SU título, sin percatarse que él mismo ha usado títulos de otros, como Whitman ('I Sing the Body Electric') o los versos de W. B. Yeats:
"I will find out where she has gone,
and kiss her lips, and take her hands,
and walk along long dappled grass,
and pluck till time and times are done,
The silver apples of the moon,
The golden apples of the sun."
(The Song of Wandering Aengus)
De lo que no quedan dudas es de que Moore ha dado en el clavo con fuerza singular. Aquí pueden leer la reseña del former leftie Christopher Hitchens furioso contra Moore. Y aquí, otra que sostiene la espléndida postura: OK, pero ¿a quien mierda le importa?.
Yo creo que es hora de tomarnos unas vacaciones y disfrutar, disfrutar con gozo malsano la obra maldita de Moore al mejor estilo de la derecha: el enemigo de mis enemigos es mi amigo (aunque sea por un rato).
Preveo que Moore caerá en desgracia rápidamente, de la misma manera que ha caído Hitchens. Pero mientras dure, habrá hecho un trabajo que no durará pero que es efectivo como el demonio. No se puede esperar a educar al pueblo americano. Shock'em all.
Como si no fuera suficiente todo lo anterior, quienes defienden el libre intercambio de materiales por internet no están del todo conformes con la declaración de Moore de que no le molesta que bajen F-911 de la red. Quisieran que Moore hubiera hecho esto antes del estreno y con ello ejemplifican a la perfección la inocencia de quienes creen que se puede luchar contra el sistema desde fuera del sistema, postura con la que Moore evidentemente no está de acuerdo, porque cree que los resultados se obtienen de mala manera, porque ha aprendido del capitalismo lo que critica al capitalismo. Lo que sigue a continuación es una cita a un post de BoingBoing, traducida al español:
"El activista, autor y director, dijo al Sunday Herald que, mientras las copias piratas de su film no se vendan, no tenía problemas en que fueran bajadas: 'No estoy de acuerdo con las leyes de copyright y no tengo ningún problema en que la gente baje la película y la comparta mientras no intenten ganar dinero a mis costillas.'
Palabras significativas, sin dudas, pero leyendo estos comentarios -hechos después del éxito sin precedentes del estreno- cuán importante sería que un director de la estatura de Moore hiciera un film bajo una licencia Creative Commons o de hacer comentarios de esa índole antes que la película se estrene.
Esto no sucederá nunca, por varias razones. Como escribe el lector de BoingBoing Alex Strasheim:
'No creo que [las declaraciones de Moore acerca del intercambio de archivos sean] tanto un apoyo a la piratería como una manera de decir que el asunto no le quitaba el sueño. Una licencia Creative Commons lo perjudicaría. Nadie hubiera invertido dinero en hacer la película si supieran que sería bajada gratis, y ningun cine la pondría en cartel. Creo que se puede argumentar que la audiencia de la película sería sustancialmente menor si fuera entregada gratis en la red, porque la dejaría fuera del sistema de distribución comercial y la mayoría de la gente no sabe como bajar y mirar películas online'.
Quentin Tarantino hizo comentarios similares acerca de la copia no autorizada y la distribución de "Kill Bill 2" hace un par de semanas. Todo esto es muy interesante pero señala lo confundidos que estamos como sociedad acerca del rol económico y comercial del intercambio de archivos. Algunos dicen que es demasiado conveniente para los directores de perfil alto darle el OK al P2P cuando su producto ya ha batido récords de recaudación. Otros argumentan que Moore tiene una especie de 'obligación moral' de apoyar la distribución libre de F-911, porque muchos de los datos que contiene 'son patrimonio' del pueblo estadounidense. No quiero ni deificar ni demonizar a Moore -otros lo harán mejor que yo- pero esto requiere una discusión más amplia: las leyes que vuelven penalizable el intercambio de archivos, ya sea a través de mulats o prisión no toman en cuenta si un determinado filme fue un éxito comercial o si contenía información socialmente significativa. Estas leyes ya existen. Más leyes, con un campo de aplicación más amplio y con penalizaciones más graves, están a punto de ser aprobadas. ¿Decir que estamos de acuerdo con cierto tipo de intercambio no comercial del tipo P2P y no con otros no es ser un poco ambigüo?
La postura de Lions Gate Films, el distribuidor de F-911 no es ambigua. Algunos de los detractores de Moore están subiendo copias del film a la red para ser bajadas libremente. En respuesta, el presidente de Lions Gate, Tom Ortenberg dijo a CNN:
'Creo que es deplorable lo que los enemigos de Fahrenheit 911 están haciendo. Estamos analizando nuestras opciones legales. No vamos a tolerar que nadie obstaculice el estreno del film'
Un lector de BoingBoing, que es parte del ejército americano en Afganistán (y que ha solicitado no ser identificado) escribe: 'Cada semana aquí, en Kabul se realiza una venta en la base, donde se venden productos locales. Algunos de los 'productos locales' son películas piratas. Pensé que les gustaría saber que Fahrenheit 911 fue uno de los productos más vendidos el viernes pasado'.
Hasta aquí la cita.
En medio de este larguísimo post he mirado "La Corporación", de Mark Achbar y Jennifer Abbott, no por estar a tono sino porque mi padre generosamente lo grabó de HBO para los unplugged, como yo.
El documental termina con Moore diciendo:
"A veces pienso que es irónico que pueda hacer tanto porque ¿dónde estoy parado? Trabajo en la televisión, me distribuyen estudios que son de grandes empresas. ¿Por qué me usan a mí cuando estoy en contra de todo lo que representan? Ellos me pagan por mi tiempo y yo no hago sino oponerme a todo lo que ellos creen.
Pero ellos no creen en nada. Me usan porque saben que millones de personas quieren ver mis películas o mi programa de televisión, y van a ganar dinero. Yo logro vender lo que hago porque voy con mi camión por una falla increíble del capitalismo: la falla de la codicia, aquella que dice que el hombre rico te venderá la cuerda con la que será ahorcado si puede ganarle algo. Yo soy la cuerda, yo soy parte de la cuerda. También creen que cuando la gente ve lo que hago o ve esta película, no hará nada. Que la verá y no hará nada, porque hicieron un buen trabajo entumeciéndole la mente. La gente no se levantará del sofá para hacer algo político. Ellos están convencidos de eso y yo estoy convencido de lo opuesto. Yo creo que algunos terminarán de ver esta película y se levantarán del sofá para hacer algo, lo que sea, para recuperar nuestro mundo."
Yo creo que esto que afirma Moore es absolutamente válido para sí mismo. Hay una increíble falla en él que es lo que le ha dado todo su éxito. Él es la cuerda con la que va a ahorcarse. Mientras esto no suceda, comamos, bebamos, que mañana moriremos.
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"Fahrenheit 911" se estrenó y es el documental más exitoso de la historia. Ya se ha dicho todo de Moore, pero no paro de disfrutar la ira que desata Moore en los conservadores. Es tal la impotencia que sienten ante su éxito arrollador que ya no saben qué decir para decir lo de siempre: que es un manipulador. Lo que los saca de quicio es que Moore es un mentiroso que denuncia a los mentirosos y un gran aficionado a los golpes bajos (como dejar la foto de una de las niñas asesinadas en Columbine en la puerta de lo de Charlton Heston o perseguir a los congresistas para que envíen a sus hijos a Irak.). No pueden soportar probar un poco de su propia medicina.
En Uruguay hubo un episodio similar, pero con resultados menos claros, ligado al film "Aparte", de Mario Handler. Para algunos Handler hizo de la miseria un espectáculo, un reality show lumpen, para otros sensibilizó a la opinión pública sobre el problema de la marginalidad. Obviamente, no hay manera de probar algo como la "intención" de un realizador, y lo único que puede hacerse es señalar las lecturas posibles, los efectos que produce la edición, en los que el realizador elige y arma el producto. Todos recordarán la tremebunda polémica que el film provocó, las reacciones viscerales de la crítica, tanto a favor como en contra. No hay documental que no manipule, eso es muy claro y lo que se discute siempre es si esa manipulación nos gusta o no nos gusta, es decir si la finalidad de esa manipulación es buena o mala.
Lo que me ha llamado mucho la atención es que en Uruguay, quienes salieron a defender a Handler, diciendo que desde luego siempre se manipula y que esta no era una acusación válida (llegando al extremo de citar a Flaherty y "Nanook", revelando la tristísima noticia de que el pescado que el esquimal pesca estaba YA MUERTO) fueron quienes más violentamente reaccionaron contra las manipulaciones de Moore en "Bowling for Columbine". Les juro que casi no puedo esperar a verlos rabiar fuera de control cuando se estrene "Fahrenheit 911". He visto con mis propios ojos, en nuestra adormecida ciudad, a gente obsesionada por probar que Moore es un mentiroso, los he visto recopilar febrilmente los discursos de Heston ante la Asoc. del Rifle para demostrar que fueron cortados, alterados en su cronología y etc., buscando despertar a la audiencia a la que consideran presa de un engaño colectivo inaudito, preparando sus baterías anti-Moore para cuando se estrene "Fahrenheit 911".
OK, lo de Moore es propaganda, pero yo me alegro de que se usen todos los medios para destruir a Bush y su clan si son tan efectivos como está demostrando serlo "Farenheit 911" (dicho sea de paso, fue bastante triste ver a Ray Bradbury pataleando por el uso de SU título, sin percatarse que él mismo ha usado títulos de otros, como Whitman ('I Sing the Body Electric') o los versos de W. B. Yeats:
"I will find out where she has gone,
and kiss her lips, and take her hands,
and walk along long dappled grass,
and pluck till time and times are done,
The silver apples of the moon,
The golden apples of the sun."
(The Song of Wandering Aengus)
De lo que no quedan dudas es de que Moore ha dado en el clavo con fuerza singular. Aquí pueden leer la reseña del former leftie Christopher Hitchens furioso contra Moore. Y aquí, otra que sostiene la espléndida postura: OK, pero ¿a quien mierda le importa?.
Yo creo que es hora de tomarnos unas vacaciones y disfrutar, disfrutar con gozo malsano la obra maldita de Moore al mejor estilo de la derecha: el enemigo de mis enemigos es mi amigo (aunque sea por un rato).
Preveo que Moore caerá en desgracia rápidamente, de la misma manera que ha caído Hitchens. Pero mientras dure, habrá hecho un trabajo que no durará pero que es efectivo como el demonio. No se puede esperar a educar al pueblo americano. Shock'em all.
Como si no fuera suficiente todo lo anterior, quienes defienden el libre intercambio de materiales por internet no están del todo conformes con la declaración de Moore de que no le molesta que bajen F-911 de la red. Quisieran que Moore hubiera hecho esto antes del estreno y con ello ejemplifican a la perfección la inocencia de quienes creen que se puede luchar contra el sistema desde fuera del sistema, postura con la que Moore evidentemente no está de acuerdo, porque cree que los resultados se obtienen de mala manera, porque ha aprendido del capitalismo lo que critica al capitalismo. Lo que sigue a continuación es una cita a un post de BoingBoing, traducida al español:
"El activista, autor y director, dijo al Sunday Herald que, mientras las copias piratas de su film no se vendan, no tenía problemas en que fueran bajadas: 'No estoy de acuerdo con las leyes de copyright y no tengo ningún problema en que la gente baje la película y la comparta mientras no intenten ganar dinero a mis costillas.'
Palabras significativas, sin dudas, pero leyendo estos comentarios -hechos después del éxito sin precedentes del estreno- cuán importante sería que un director de la estatura de Moore hiciera un film bajo una licencia Creative Commons o de hacer comentarios de esa índole antes que la película se estrene.
Esto no sucederá nunca, por varias razones. Como escribe el lector de BoingBoing Alex Strasheim:
'No creo que [las declaraciones de Moore acerca del intercambio de archivos sean] tanto un apoyo a la piratería como una manera de decir que el asunto no le quitaba el sueño. Una licencia Creative Commons lo perjudicaría. Nadie hubiera invertido dinero en hacer la película si supieran que sería bajada gratis, y ningun cine la pondría en cartel. Creo que se puede argumentar que la audiencia de la película sería sustancialmente menor si fuera entregada gratis en la red, porque la dejaría fuera del sistema de distribución comercial y la mayoría de la gente no sabe como bajar y mirar películas online'.
Quentin Tarantino hizo comentarios similares acerca de la copia no autorizada y la distribución de "Kill Bill 2" hace un par de semanas. Todo esto es muy interesante pero señala lo confundidos que estamos como sociedad acerca del rol económico y comercial del intercambio de archivos. Algunos dicen que es demasiado conveniente para los directores de perfil alto darle el OK al P2P cuando su producto ya ha batido récords de recaudación. Otros argumentan que Moore tiene una especie de 'obligación moral' de apoyar la distribución libre de F-911, porque muchos de los datos que contiene 'son patrimonio' del pueblo estadounidense. No quiero ni deificar ni demonizar a Moore -otros lo harán mejor que yo- pero esto requiere una discusión más amplia: las leyes que vuelven penalizable el intercambio de archivos, ya sea a través de mulats o prisión no toman en cuenta si un determinado filme fue un éxito comercial o si contenía información socialmente significativa. Estas leyes ya existen. Más leyes, con un campo de aplicación más amplio y con penalizaciones más graves, están a punto de ser aprobadas. ¿Decir que estamos de acuerdo con cierto tipo de intercambio no comercial del tipo P2P y no con otros no es ser un poco ambigüo?
La postura de Lions Gate Films, el distribuidor de F-911 no es ambigua. Algunos de los detractores de Moore están subiendo copias del film a la red para ser bajadas libremente. En respuesta, el presidente de Lions Gate, Tom Ortenberg dijo a CNN:
'Creo que es deplorable lo que los enemigos de Fahrenheit 911 están haciendo. Estamos analizando nuestras opciones legales. No vamos a tolerar que nadie obstaculice el estreno del film'
Un lector de BoingBoing, que es parte del ejército americano en Afganistán (y que ha solicitado no ser identificado) escribe: 'Cada semana aquí, en Kabul se realiza una venta en la base, donde se venden productos locales. Algunos de los 'productos locales' son películas piratas. Pensé que les gustaría saber que Fahrenheit 911 fue uno de los productos más vendidos el viernes pasado'.
Hasta aquí la cita.
En medio de este larguísimo post he mirado "La Corporación", de Mark Achbar y Jennifer Abbott, no por estar a tono sino porque mi padre generosamente lo grabó de HBO para los unplugged, como yo.
El documental termina con Moore diciendo:
"A veces pienso que es irónico que pueda hacer tanto porque ¿dónde estoy parado? Trabajo en la televisión, me distribuyen estudios que son de grandes empresas. ¿Por qué me usan a mí cuando estoy en contra de todo lo que representan? Ellos me pagan por mi tiempo y yo no hago sino oponerme a todo lo que ellos creen.
Pero ellos no creen en nada. Me usan porque saben que millones de personas quieren ver mis películas o mi programa de televisión, y van a ganar dinero. Yo logro vender lo que hago porque voy con mi camión por una falla increíble del capitalismo: la falla de la codicia, aquella que dice que el hombre rico te venderá la cuerda con la que será ahorcado si puede ganarle algo. Yo soy la cuerda, yo soy parte de la cuerda. También creen que cuando la gente ve lo que hago o ve esta película, no hará nada. Que la verá y no hará nada, porque hicieron un buen trabajo entumeciéndole la mente. La gente no se levantará del sofá para hacer algo político. Ellos están convencidos de eso y yo estoy convencido de lo opuesto. Yo creo que algunos terminarán de ver esta película y se levantarán del sofá para hacer algo, lo que sea, para recuperar nuestro mundo."
Yo creo que esto que afirma Moore es absolutamente válido para sí mismo. Hay una increíble falla en él que es lo que le ha dado todo su éxito. Él es la cuerda con la que va a ahorcarse. Mientras esto no suceda, comamos, bebamos, que mañana moriremos.
Friday, July 02, 2004
Demonlover/Demonhater
Estoy segura que "Demonlover" me va a defraudar. ¿Cómo puede defraudarte algo que no te genera grandes expectativas? Es que por lo menos me intriga. A priori tiene todo para ser una película divertida: un thriller con música de Sonic Youth sobre corporaciones que se pelean por controlar los derechos de un hentai 3D. Pero no puedo evitar esa terrible sospecha que surge cuando todo es a priori supercool, pues, por lo general, mis películas favoritas las suelo ver por error, son iraníes o checas y llevan nombres tan improbables como "El tardío amanecer de un fauno".
He estado "trabajando" leyendo el último ejemplar de Sight & Sound, y allí veo dos cosas que llaman mi atención: una nota laaarga de un cronista de S&S, desdiciéndose de su anterior reseña negativa sobre "Demonlover" y una entrevista con Assayas en la que afirma que la mayor influencia para realizar el film fue haber descubierto a Don DeLillo.
Habiendo leído la nota y luego la entrevista, el resultado es que se neutralizan. Si, por un lado, es extraordinario leer una nota de 3 páginas en S&S, en la que el crítico rectifica su opinión anterior, a la que se agrega la reseña del film (negativa y de la pluma de otro crítico, en la misma revista), la afirmación de Assayas sobre DeLillo me quita cualquier entusiasmo por ver el film:
"Sentí que su obra era completamente relevante para mi en términos de interconectar cosas que no están interconectadas, creando nuevos caminos para la ficción contemporánea. Sentí que él era mucho más inteligente, más profundo y más poderoso de nada de lo que haya visto en el marco de la narrativa cinematográfica, y él ha sido una gran influencia en el cine moderno norteamericano."
Para peor leo que en otra entrevista, a la revista canadiense cinemascope, Assayas había afirmado: "What I am trying to do is establish this post-Hitchcockian thriller mood, and then...I just blow the whole thing up... What I'm going to do is break the dramaturgic mode and dive into the subconscious of the characters" y argumenta que el éxito de películas como "Ser y tener" y "El hombre sin pasado" (Don't touch Kaurismaki Bros!) se debe a su "apelación a la nostalgia":
"Para mucha gente, el cine, y específicamente el cine independiente, es un mundo donde se sienten protegidos de la complejidad de la sociedad contemporánea"
Por otra parte, Assayas había afirmado en Rotterdam hace un año, que el cine independiente debía buscar inspiración en los nuevos films de Hollywood, como "El club de la pelea" (fine with me), a la vez que desmantelar las estructuras narrativas restrictivas del clásico cine Hollywoodense. Su meta (la de él, Assayas himself), según dice, es "explorar las libertades e incertidumbres del paisaje mental de internet y disfrutar de la misma libertad formal expuesta en la música por Radiohead y en narrativa por Don DeLillo"
Auuuuuuchhhhh! En fin, "Demonlover" va el lunes, en Cinemateca 18, a las 19 y 21:15. No sé si iré. Capaz que lo cambio por "Yo, Fidel Castro. Una juventud rebelde". O tal vez vea una a continuación de la otra, como antídoto.
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Estoy segura que "Demonlover" me va a defraudar. ¿Cómo puede defraudarte algo que no te genera grandes expectativas? Es que por lo menos me intriga. A priori tiene todo para ser una película divertida: un thriller con música de Sonic Youth sobre corporaciones que se pelean por controlar los derechos de un hentai 3D. Pero no puedo evitar esa terrible sospecha que surge cuando todo es a priori supercool, pues, por lo general, mis películas favoritas las suelo ver por error, son iraníes o checas y llevan nombres tan improbables como "El tardío amanecer de un fauno".
He estado "trabajando" leyendo el último ejemplar de Sight & Sound, y allí veo dos cosas que llaman mi atención: una nota laaarga de un cronista de S&S, desdiciéndose de su anterior reseña negativa sobre "Demonlover" y una entrevista con Assayas en la que afirma que la mayor influencia para realizar el film fue haber descubierto a Don DeLillo.
Habiendo leído la nota y luego la entrevista, el resultado es que se neutralizan. Si, por un lado, es extraordinario leer una nota de 3 páginas en S&S, en la que el crítico rectifica su opinión anterior, a la que se agrega la reseña del film (negativa y de la pluma de otro crítico, en la misma revista), la afirmación de Assayas sobre DeLillo me quita cualquier entusiasmo por ver el film:
"Sentí que su obra era completamente relevante para mi en términos de interconectar cosas que no están interconectadas, creando nuevos caminos para la ficción contemporánea. Sentí que él era mucho más inteligente, más profundo y más poderoso de nada de lo que haya visto en el marco de la narrativa cinematográfica, y él ha sido una gran influencia en el cine moderno norteamericano."
Para peor leo que en otra entrevista, a la revista canadiense cinemascope, Assayas había afirmado: "What I am trying to do is establish this post-Hitchcockian thriller mood, and then...I just blow the whole thing up... What I'm going to do is break the dramaturgic mode and dive into the subconscious of the characters" y argumenta que el éxito de películas como "Ser y tener" y "El hombre sin pasado" (Don't touch Kaurismaki Bros!) se debe a su "apelación a la nostalgia":
"Para mucha gente, el cine, y específicamente el cine independiente, es un mundo donde se sienten protegidos de la complejidad de la sociedad contemporánea"
Por otra parte, Assayas había afirmado en Rotterdam hace un año, que el cine independiente debía buscar inspiración en los nuevos films de Hollywood, como "El club de la pelea" (fine with me), a la vez que desmantelar las estructuras narrativas restrictivas del clásico cine Hollywoodense. Su meta (la de él, Assayas himself), según dice, es "explorar las libertades e incertidumbres del paisaje mental de internet y disfrutar de la misma libertad formal expuesta en la música por Radiohead y en narrativa por Don DeLillo"
Auuuuuuchhhhh! En fin, "Demonlover" va el lunes, en Cinemateca 18, a las 19 y 21:15. No sé si iré. Capaz que lo cambio por "Yo, Fidel Castro. Una juventud rebelde". O tal vez vea una a continuación de la otra, como antídoto.