Saturday, July 08, 2006
JPR
Hace meses que no vengo por aquí y pense que ya nunca volvería. Pero ahora vuelvo para constatar lo implacable que es la tristeza y como se las ingenia para esconderse y volver.
No puedo decir nada que ya no hayan dicho todos los demás. Sólo se que, cuando menos lo espere, voy a volver a ponerme triste y que van a haber muchas cosas que sean un poco distintas. El presente no modifica el futuro, sino el pasado.
Ante la pena que sienten algunas personas que quiero mucho, ni siquiera me siento con derecho a estar triste. Hago un esfuerzo por no estarlo, lo sigo haciendo. El esfuerzo me sale a veces bien y tengo espacio para pensar algunos chistes que nunca haré o para albergar sentimientos mezquinos respecto a mis propias reacciones y las de otra gente o para pensar si estoy triste por mí, o por mis amigos, o por las preguntas idiotas que harán los periodistas de aquí a la eternidad o porque ya no voy a grabar unos discos que ni siquiera sabía como hacer llegar a destino.
No éramos amigos. Pero hace poco le dije, en broma, si podíamos ser amigos y me dijo que sí. Le tomo la palabra y le abro paso a la tristeza.
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Hace meses que no vengo por aquí y pense que ya nunca volvería. Pero ahora vuelvo para constatar lo implacable que es la tristeza y como se las ingenia para esconderse y volver.
No puedo decir nada que ya no hayan dicho todos los demás. Sólo se que, cuando menos lo espere, voy a volver a ponerme triste y que van a haber muchas cosas que sean un poco distintas. El presente no modifica el futuro, sino el pasado.
Ante la pena que sienten algunas personas que quiero mucho, ni siquiera me siento con derecho a estar triste. Hago un esfuerzo por no estarlo, lo sigo haciendo. El esfuerzo me sale a veces bien y tengo espacio para pensar algunos chistes que nunca haré o para albergar sentimientos mezquinos respecto a mis propias reacciones y las de otra gente o para pensar si estoy triste por mí, o por mis amigos, o por las preguntas idiotas que harán los periodistas de aquí a la eternidad o porque ya no voy a grabar unos discos que ni siquiera sabía como hacer llegar a destino.
No éramos amigos. Pero hace poco le dije, en broma, si podíamos ser amigos y me dijo que sí. Le tomo la palabra y le abro paso a la tristeza.
Wednesday, March 01, 2006
Brillante estrategia electoral del EP
A un año de gobierno del Encuentro Progresista, corre el insistente rumor de que los dirigentes encuentristas -convencidos de que tras cinco años de gobierno sería imposible obtener la aprobación y retener al 50.6% del electorado para las elecciones del 2009- habrían diseñado las políticas del actual gobierno con el objetivo de ganarse al restante 49.4%, debiendo retener la aprobación de un escaso 1.2% de sus votantes actuales.
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A un año de gobierno del Encuentro Progresista, corre el insistente rumor de que los dirigentes encuentristas -convencidos de que tras cinco años de gobierno sería imposible obtener la aprobación y retener al 50.6% del electorado para las elecciones del 2009- habrían diseñado las políticas del actual gobierno con el objetivo de ganarse al restante 49.4%, debiendo retener la aprobación de un escaso 1.2% de sus votantes actuales.
Tuesday, February 28, 2006
Orientales ¡la tumba!
Siguiendo con este extraño renacer del orgullo patriotico oriental, novaleventar recomienda la medida profilactica de leer 20 veces el último post de Benito, titulado "Sí, soy uruguayo" y asistir a las marchas en apoyo a Tienda Inglesa, disfrazado de carnicero, cuchillo ensangrentado en mano y con una pancarta que rece:
"Saravia y Zeta traidores. La patria se hizo a facón y gracias a los ingleses".
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Siguiendo con este extraño renacer del orgullo patriotico oriental, novaleventar recomienda la medida profilactica de leer 20 veces el último post de Benito, titulado "Sí, soy uruguayo" y asistir a las marchas en apoyo a Tienda Inglesa, disfrazado de carnicero, cuchillo ensangrentado en mano y con una pancarta que rece:
"Saravia y Zeta traidores. La patria se hizo a facón y gracias a los ingleses".
Monday, February 27, 2006
Saravia y "ellos"
Bastante se ha hablado sobre el comentario de Saravia sobre la conveniencia de enseñar a los liceales uruguayos a manejar armas. No podía esperarse menos de un endiablado Saravia.
Ahora, lo bueno del comentario de Saravia es que se limitó a decir: "Dentro de 25 años 'ellos' van a venir por la comida y el agua".
Desde entonces, una duda me carcome...
¿Quiénes son ellos?
Ellos son los pobres para los ricos.
Ellos son los ricos para los pobres.
Ellos son los negros ladrones.
Ellos son los blancos ladrones.
Ellos son los ladrones colorados.
Ellos son los ladris de gorrita y naves.
Ellos son los gerentes de gorrita y nave.
Ellos coyunturalmente son los argentinos.
Ellos eventualmente, pueden ser los brasileños
Ellos son la alianza yanqui-israelí para los palestinos del Chuy
Ellos son los terroristas en la triple frontera
Ellos son los extraterrestres para los terrícolas
Ellos son los terrícolas para los terrícolas
Ellos son cualquiera que no seamos nosotros.
De lo que no cabe duda es que "ellos" son los malos.
Lo bravo, últimamente, es poder darse cuenta quienes son los buenos.
Pero, bien mirado, lo que ha hecho Saravia tiene bien pocos antecedentes en la historia reciente del Uruguay. Aprovechar un conflicto eventual para, desde el gobierno, situar el enemigo, de aqui a 25 años, siempre fuera de fronteras. Cualquier enemigo. Ellos.
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Bastante se ha hablado sobre el comentario de Saravia sobre la conveniencia de enseñar a los liceales uruguayos a manejar armas. No podía esperarse menos de un endiablado Saravia.
Ahora, lo bueno del comentario de Saravia es que se limitó a decir: "Dentro de 25 años 'ellos' van a venir por la comida y el agua".
Desde entonces, una duda me carcome...
¿Quiénes son ellos?
Ellos son los pobres para los ricos.
Ellos son los ricos para los pobres.
Ellos son los negros ladrones.
Ellos son los blancos ladrones.
Ellos son los ladrones colorados.
Ellos son los ladris de gorrita y naves.
Ellos son los gerentes de gorrita y nave.
Ellos coyunturalmente son los argentinos.
Ellos eventualmente, pueden ser los brasileños
Ellos son la alianza yanqui-israelí para los palestinos del Chuy
Ellos son los terroristas en la triple frontera
Ellos son los extraterrestres para los terrícolas
Ellos son los terrícolas para los terrícolas
Ellos son cualquiera que no seamos nosotros.
De lo que no cabe duda es que "ellos" son los malos.
Lo bravo, últimamente, es poder darse cuenta quienes son los buenos.
Pero, bien mirado, lo que ha hecho Saravia tiene bien pocos antecedentes en la historia reciente del Uruguay. Aprovechar un conflicto eventual para, desde el gobierno, situar el enemigo, de aqui a 25 años, siempre fuera de fronteras. Cualquier enemigo. Ellos.
Sunday, February 26, 2006
Tengo poderes
Es verdad, tengo unos poderes medio bobos, pero no por ello menos sorprendentes. No sirven para mucho: solamente para saber con unas horas de anticipación qué libros voy a encontrar en la Feria.
A ustedes les parecerá gracioso, pero a mi me asusta un poco. Vamos, que una cosa es no tener ningún poder en absoluto y otra es tener un poder, por más inútil que sea. El mundo cambia radicalmente ante la verificación de lo maravilloso racionalmente inexplicable.
Como si no fuera suficiente que el poder que me ha tocado en suerte sea absolutamente inútil (y repito no por ello menos maravilloso y asustador) hoy se ha vuelto francamente perjudicial. Y eso me lleva a considerar si no será esta la caracteristica esencial de todos los poderes sobrenaturales.
Como ustedes ya saben, casi todos los domingos voy a la Feria de Tristan Narvaja. Y casi todos los sábados de noche me quedo en mi casa hablando con Remo, sobre lo que sea. Pues bien, ha sucedido algunas veces que, en esas charlas nocturnas y mas bien azarosas yo exprese en voz alta: "Mañana en la feria voy a encontrar tal libro". No me ha sucedido muchas veces, pero siempre que pasa es bastante conmovedor, sobre todo porque se trata de libros que vengo buscando hace meses e incluso años. Y sobre todo porque no es algo que se me ocurra decir todos los sábados de noche y acierte un par de veces. No. Todas las veces que he dicho que iba a encontrar un libro lo encontré, es decir que aunque hayan sido pocas veces, el porcentaje de acierto es de un rotundo 100%
Una vez fue "Amor Profano", de Catherine Dunn. Es que Remo lo había leído con entusiasmo y lo había devuelto sin que yo pudiera leerlo. Así que un día no tuve dudas que a la mañana siguiente lo iba a encontrar en la feria. Y lo encontré. Puede parecer poco impresionante para quienes no estén acostumbrados a ver semana tras semana los mismos libros. Sencillamente, la probabilidad que de un dia para otro aparezca el libro que estamos buscando hace meses, tiende a nula. Y me ha pasado no solo con Dunn, cuyo libro tenía noticias que tendía a aparecer aquí y allá sin que nunca me topara con él, sino con inhallables libros de Elmore Leonard, JD Salinger y ahora con Kurt Vonnegut.
Es que ayer Remo me preguntó si por casualidad tenía "Galápagos". Su pregunta salió de la nada, porque sí y listo y no, que no tengo "Galápagos". Pero acto seguido dije "Mañana voy a encontrar 'Welcome to the Monkey House', en inglés o traducido". ¿Por qué dije eso? ¿No estabamos hablando de "Galápagos", que tampoco tenía? Sería porque sencillamente iba a encontrar "Welcome to the Monkey House" la mañana siguiente, y no "Galápagos". Así, entré a la feria por Cerro Largo, torcí por Tristán Narvaja y entré a Ruben. Y allí estaba, a $50, un libro que busco hace... ¿10 años?
Pero anteriormente dije que mis poderes inútiles se han transformado en francamente perjudiciales. ¿Por qué? Porque si bien la intensa emoción de encontrar el libro me llevaron a comprarlo enseguida y sin fijarme en nada, una vez llegada a mi casa reparé en que el libro era de una biblioteca. Más exactamente de la biblioteca a cargo de Remo. ¿Cómo quedármelo sin sentirme una canalla? ¿Y quién me devuelve mis $50? Farewell to the Monkey House. Farewell to $50.
Tengo poderes...
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Es verdad, tengo unos poderes medio bobos, pero no por ello menos sorprendentes. No sirven para mucho: solamente para saber con unas horas de anticipación qué libros voy a encontrar en la Feria.
A ustedes les parecerá gracioso, pero a mi me asusta un poco. Vamos, que una cosa es no tener ningún poder en absoluto y otra es tener un poder, por más inútil que sea. El mundo cambia radicalmente ante la verificación de lo maravilloso racionalmente inexplicable.
Como si no fuera suficiente que el poder que me ha tocado en suerte sea absolutamente inútil (y repito no por ello menos maravilloso y asustador) hoy se ha vuelto francamente perjudicial. Y eso me lleva a considerar si no será esta la caracteristica esencial de todos los poderes sobrenaturales.
Como ustedes ya saben, casi todos los domingos voy a la Feria de Tristan Narvaja. Y casi todos los sábados de noche me quedo en mi casa hablando con Remo, sobre lo que sea. Pues bien, ha sucedido algunas veces que, en esas charlas nocturnas y mas bien azarosas yo exprese en voz alta: "Mañana en la feria voy a encontrar tal libro". No me ha sucedido muchas veces, pero siempre que pasa es bastante conmovedor, sobre todo porque se trata de libros que vengo buscando hace meses e incluso años. Y sobre todo porque no es algo que se me ocurra decir todos los sábados de noche y acierte un par de veces. No. Todas las veces que he dicho que iba a encontrar un libro lo encontré, es decir que aunque hayan sido pocas veces, el porcentaje de acierto es de un rotundo 100%
Una vez fue "Amor Profano", de Catherine Dunn. Es que Remo lo había leído con entusiasmo y lo había devuelto sin que yo pudiera leerlo. Así que un día no tuve dudas que a la mañana siguiente lo iba a encontrar en la feria. Y lo encontré. Puede parecer poco impresionante para quienes no estén acostumbrados a ver semana tras semana los mismos libros. Sencillamente, la probabilidad que de un dia para otro aparezca el libro que estamos buscando hace meses, tiende a nula. Y me ha pasado no solo con Dunn, cuyo libro tenía noticias que tendía a aparecer aquí y allá sin que nunca me topara con él, sino con inhallables libros de Elmore Leonard, JD Salinger y ahora con Kurt Vonnegut.
Es que ayer Remo me preguntó si por casualidad tenía "Galápagos". Su pregunta salió de la nada, porque sí y listo y no, que no tengo "Galápagos". Pero acto seguido dije "Mañana voy a encontrar 'Welcome to the Monkey House', en inglés o traducido". ¿Por qué dije eso? ¿No estabamos hablando de "Galápagos", que tampoco tenía? Sería porque sencillamente iba a encontrar "Welcome to the Monkey House" la mañana siguiente, y no "Galápagos". Así, entré a la feria por Cerro Largo, torcí por Tristán Narvaja y entré a Ruben. Y allí estaba, a $50, un libro que busco hace... ¿10 años?
Pero anteriormente dije que mis poderes inútiles se han transformado en francamente perjudiciales. ¿Por qué? Porque si bien la intensa emoción de encontrar el libro me llevaron a comprarlo enseguida y sin fijarme en nada, una vez llegada a mi casa reparé en que el libro era de una biblioteca. Más exactamente de la biblioteca a cargo de Remo. ¿Cómo quedármelo sin sentirme una canalla? ¿Y quién me devuelve mis $50? Farewell to the Monkey House. Farewell to $50.
Tengo poderes...
Wednesday, February 22, 2006
Austria, sempiterna cuna de libertades
Hace un par de días, el historiador británico David Irving fue hallado culpable en Viena por negar el Holocausto judío y fue sentenciado a tres años de prisión.
Karen Pollock, representante del Holocaust Educational Trust del Reino Unido dio la bienvenida al veredicto: "Negar el Holocausto es antisemitismo disfrazado de debate intelectual y debe ser considerado y tratado como tal."
Irving fue arrestado en Austria en Noviembre, basado en una orden de captura de 1989, cuando dio una conferencia y una entrevista en la cual negó la existencia de las cámaras de gas de Auschwitz.
En el juicio, Irving admitió haber negado que la Alemania Nazi haya matado millones de judíos. Dijo que eso era lo que creía en ese momento, hasta que tuvo acceso a los archivos personales de Adolf Eichmann, el organizador del Holocausto.
"Lo que dije se basaba en lo que sabía hasta ese momento, pero en 1991, cuando accedí a los papeles de Eichmann, dejé de afirmar tal cosa y no lo afirmaría ahora", dijo Irving en la corte.
Irving se declaró culpable, porque según dijo a los periodistas "no tenía alternativa". Asimismo expresó que le parecía "ridículo" que lo juzgaran por expresar una opinión.
Si hay algo de lo que no hay que dudar es del bad timing de los Austríacos para juzgar a Irving, cuando todavía no se apaga el clamor de las caricaturas de Mahoma y el renovado enamoramiento con el slogan "Occidente es libertad de expresion". El corolario es obvio: Austria no es Occidente.
Es de esperar que algunos selectos medios de prensa del mundo se solidaricen con Irving y eleven sus voces de protesta, pero ninguno va a publicar su entrevista o conferencia de 1989 en defensa de la libertad de expresión.
Tal vez eso es lo que faltó en el debate de las caricaturas de Mahoma: arriesgarse a calcular cuantos medios las publicaron por genuina solidaridad con la libertad de prensa cuestionada, cuantos porque las mismas editorializaban correctamente a su publicacion y cuantas porque ilustraban una noticia insoslayable.
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Hace un par de días, el historiador británico David Irving fue hallado culpable en Viena por negar el Holocausto judío y fue sentenciado a tres años de prisión.
Karen Pollock, representante del Holocaust Educational Trust del Reino Unido dio la bienvenida al veredicto: "Negar el Holocausto es antisemitismo disfrazado de debate intelectual y debe ser considerado y tratado como tal."
Irving fue arrestado en Austria en Noviembre, basado en una orden de captura de 1989, cuando dio una conferencia y una entrevista en la cual negó la existencia de las cámaras de gas de Auschwitz.
En el juicio, Irving admitió haber negado que la Alemania Nazi haya matado millones de judíos. Dijo que eso era lo que creía en ese momento, hasta que tuvo acceso a los archivos personales de Adolf Eichmann, el organizador del Holocausto.
"Lo que dije se basaba en lo que sabía hasta ese momento, pero en 1991, cuando accedí a los papeles de Eichmann, dejé de afirmar tal cosa y no lo afirmaría ahora", dijo Irving en la corte.
Irving se declaró culpable, porque según dijo a los periodistas "no tenía alternativa". Asimismo expresó que le parecía "ridículo" que lo juzgaran por expresar una opinión.
Si hay algo de lo que no hay que dudar es del bad timing de los Austríacos para juzgar a Irving, cuando todavía no se apaga el clamor de las caricaturas de Mahoma y el renovado enamoramiento con el slogan "Occidente es libertad de expresion". El corolario es obvio: Austria no es Occidente.
Es de esperar que algunos selectos medios de prensa del mundo se solidaricen con Irving y eleven sus voces de protesta, pero ninguno va a publicar su entrevista o conferencia de 1989 en defensa de la libertad de expresión.
Tal vez eso es lo que faltó en el debate de las caricaturas de Mahoma: arriesgarse a calcular cuantos medios las publicaron por genuina solidaridad con la libertad de prensa cuestionada, cuantos porque las mismas editorializaban correctamente a su publicacion y cuantas porque ilustraban una noticia insoslayable.
Sunday, January 22, 2006
Dosmilseis y la conspiración contra la Feria
Hasta hoy, cuando, finalmente, pude volver a mi costumbre dominguera de pasear por Tristán Narvaja a mediodía. Yo ya estaba preocupada: ya era el cuarto domingo consecutivo que no había feria. Primero porque los feriados del 25 de diciembre y 1 de enero fueron domingos, y luego porque los dos domingos siguientes llovió a cántaros. Hoy cuando llegué conté a los feriantes de la calle Paysandú a ver si las vacaciones obligatorias y este verano mas bien otoñal se habían llevado a alguno...
Lo que tuvo de bueno el receso ferial fue que me sentía con derecho de gastar lo correspondiente a un mes de excursiones fallidas. Y así fue, porque si bien no hubo grandes tesoros, los hubo pequeños, como encontrarme con Wild Palms y Sanctuary, de Faulkner a $50, una vieja edición de 1984, en español, que me ayude a lavar mis culpas por poseer la que tal vez sea la edición más cara y más canalla de la genial novela de Orwell.. También fueron a mi bolsa la novela de Ian McEwan Perros Negros, el clásico de Emily Brontë Wuthering Heights y la primera novela del -para mi desconocido- novelista alemán Andreas Maier titulada Martes del Bosque. Esta novela la compré por tres razones: porque desconozco por completo qué se escribe en Alemania después de Herr Grass, porque el tal Andreas Meier nació en 1967 y porque Adriana Hidalgo suele publicar autores interesantes pero el precio de sus libros es abusivo, por lo que nunca, hasta hoy, había comprado ninguno.
Por otra parte, este año nuevo ha venido con la adquisición de algunos hábitos nuevos y el abandono de alguno viejo. Entre los abandonados está el tabaco. Como no sé si persistiré, no digo que dejé de fumar sino que paré de fumar. Entre los nuevos está el de escuchar música cuando voy por ahí, ayudado por el regalo de un artefacto realmente pequeño y práctico que consume poca energía.
Toda esta historia es para contarles que, cuando salía rumbo a la Feria tuve el impulso de llevarme la música conmigo pero enseguida me di cuenta de que no era una buena idea: la feria es, fundamentalmente, un bombardeo sensorial y es muy estúpido privarse de algo tan fundamental para ESTAR en la feria como el oído.
Cuando ya me iba vi a una feriante que hablaba con un muchacho. A él le faltaba una pierna, pero de alguna manera se había medio sentado en el puesto, sobre unos cajones, y había apoyado su muleta a un costado, justo delante de los tomates. Tal vez estuviera un poco borracho, o atribulado, o enojado o empacado como una mula. La verdad es que la mujer del puesto trataba de convencerlo que se fuera. Así, por las buenas, como para que el muchacho no se diera cuenta que en realidad lo estaba echando. Y le dijo, mientras le ponía la mano en el hombro:
"Bueno, ya nos veremos la próxima vez. Me alegro que andes bien, andá nomás y no te vayas a olvidar de la muleta...."
El tipo no dijo nada. No sé si le resultó raro o si está tan acostumbrado como un ciego a que le digan "nos vemos". Yo no podía parar de reírme, porque además me acordé de un amigo argentino muy miope que una vez vino a Uruguay y olvidó sus lentes de contacto. Mientras el plato de ravioles estuvo relativamente lleno nadie se dio cuenta, pero cuando quedaron dos o tres y el tenedor daba una y otra vez en el plato sin acertar a raviol alguno, otro amigo le dijo: "Increíble: es como si un paralítico se olvidara de la silla de ruedas...."
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Hasta hoy, cuando, finalmente, pude volver a mi costumbre dominguera de pasear por Tristán Narvaja a mediodía. Yo ya estaba preocupada: ya era el cuarto domingo consecutivo que no había feria. Primero porque los feriados del 25 de diciembre y 1 de enero fueron domingos, y luego porque los dos domingos siguientes llovió a cántaros. Hoy cuando llegué conté a los feriantes de la calle Paysandú a ver si las vacaciones obligatorias y este verano mas bien otoñal se habían llevado a alguno...
Lo que tuvo de bueno el receso ferial fue que me sentía con derecho de gastar lo correspondiente a un mes de excursiones fallidas. Y así fue, porque si bien no hubo grandes tesoros, los hubo pequeños, como encontrarme con Wild Palms y Sanctuary, de Faulkner a $50, una vieja edición de 1984, en español, que me ayude a lavar mis culpas por poseer la que tal vez sea la edición más cara y más canalla de la genial novela de Orwell.. También fueron a mi bolsa la novela de Ian McEwan Perros Negros, el clásico de Emily Brontë Wuthering Heights y la primera novela del -para mi desconocido- novelista alemán Andreas Maier titulada Martes del Bosque. Esta novela la compré por tres razones: porque desconozco por completo qué se escribe en Alemania después de Herr Grass, porque el tal Andreas Meier nació en 1967 y porque Adriana Hidalgo suele publicar autores interesantes pero el precio de sus libros es abusivo, por lo que nunca, hasta hoy, había comprado ninguno.
Por otra parte, este año nuevo ha venido con la adquisición de algunos hábitos nuevos y el abandono de alguno viejo. Entre los abandonados está el tabaco. Como no sé si persistiré, no digo que dejé de fumar sino que paré de fumar. Entre los nuevos está el de escuchar música cuando voy por ahí, ayudado por el regalo de un artefacto realmente pequeño y práctico que consume poca energía.
Toda esta historia es para contarles que, cuando salía rumbo a la Feria tuve el impulso de llevarme la música conmigo pero enseguida me di cuenta de que no era una buena idea: la feria es, fundamentalmente, un bombardeo sensorial y es muy estúpido privarse de algo tan fundamental para ESTAR en la feria como el oído.
Cuando ya me iba vi a una feriante que hablaba con un muchacho. A él le faltaba una pierna, pero de alguna manera se había medio sentado en el puesto, sobre unos cajones, y había apoyado su muleta a un costado, justo delante de los tomates. Tal vez estuviera un poco borracho, o atribulado, o enojado o empacado como una mula. La verdad es que la mujer del puesto trataba de convencerlo que se fuera. Así, por las buenas, como para que el muchacho no se diera cuenta que en realidad lo estaba echando. Y le dijo, mientras le ponía la mano en el hombro:
"Bueno, ya nos veremos la próxima vez. Me alegro que andes bien, andá nomás y no te vayas a olvidar de la muleta...."
El tipo no dijo nada. No sé si le resultó raro o si está tan acostumbrado como un ciego a que le digan "nos vemos". Yo no podía parar de reírme, porque además me acordé de un amigo argentino muy miope que una vez vino a Uruguay y olvidó sus lentes de contacto. Mientras el plato de ravioles estuvo relativamente lleno nadie se dio cuenta, pero cuando quedaron dos o tres y el tenedor daba una y otra vez en el plato sin acertar a raviol alguno, otro amigo le dijo: "Increíble: es como si un paralítico se olvidara de la silla de ruedas...."